El ex presidente catalán cree "aberrante" justificar el retraso de la reforma de la financiación por la crisis económica
OVIEDO, 12 May. (EUROPA PRESS) -
El ex presidente de la Generalidad de Cataluña, Jordi Pujol, lamentó hoy que el ex presidente del Gobierno, Felipe González, se haya manifestado a favor de dejar la reforma de la financiación para momentos de mayor bonanza económica. "Lamentamos se haya metido en ese tema y en Cataluña entendemos que ha sido una intervención desgraciada", dijo Pujol, que añadió que "les consta que él --Felipe González-- sabe que la financiación de Cataluña es muy injusta".
"Pudo no haberlo sido quizás hace 20 años, pero hoy la financiación de Cataluña es muy injusta", dijo Jordi Pujol en declaraciones a Europa Press. El ex presidente catalán visitó hoy el Principado para presentar en el certamen LibrOviedo sus memorias.
Antes de acudir al certamen literario, Pujol aseguró que la reforma de la financiación "hay que hacerla ya" y añadió que la excusa de que hay que aplazarla por la crisis económica es "aberrante", por varios motivos, el primero porque "hay una ley que es el Estatuto que dice que hay que hacerlo y una ley es una ley". El segundo motivo es que "si hay menos dinero se repartirá menos dinero entre todos, pero hay que cambiar los criterios".
"Esto no lo digo yo sólo, lo dice el presidente de Cataluña, que es del PSOE", añadió Pujol.
"La solidaridad aquí y en Europa va destinada a que los países superen sus dificultades y llegue un momento en que ya no la necesiten o la necesiten menos, por tanto de vez en cuando hay que ver que pasa y revisarla", explicó.
En este sentido aseguró que "le consta" que el Principado de Asturias sigue necesitando la solidaridad del resto de comunidades y una aportación importante, ya que ha sufrido crisis muy profundas y "aun no está en condiciones de actuar sin apoyos externos". A esto añadió que a lo que hay que aspirar a que un día Asturias ya no necesite nada de nadie.
RELACIÓN IGLESIA Y ESTADO
Por otra parte, Jordi Pujol se refirió también a la relación entre el Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero y la Iglesia. En este sentido manifestó que "si bien es cierto que personalmente no participa de algunos planteamientos de la Iglesia española que considera de un conservadurismo muy radical, tiene la sensación de que sectores importantes del PSOE se les nota demasiado una mentalidad laicista".
Así añadió que esa mentalidad le recuerda "cosas y textos de 70 años atrás". "Me parece bastante fuera de tono alguna de las cosas que plantea el Gobierno, aunque por otra parte me gustaría que la Iglesia mostrase un tono no excitado para responder con eficacia a estos planteamientos", dijo.
