Jordi Pujol y Quim Monzó critican la salud del catalán, también en los medios públicos

Actualizado: jueves, 22 enero 2009 14:31

BARCELONA, 22 Ene. (EUROPA PRESS) -

El ex presidente de la Generalitat Jordi Pujol y el escritor Quim Monzó contrapusieron hoy sus puntos de vista sobre la salud del catalán en Cataluña, coincidiendo ambos en el mal uso del idioma en los medios públicos catalanes.

En un desayuno organizado por el Centre d'Estudis Jordi Pujol, Monzó expuso que una determinada idea de Catalunya "se está hundiendo", pues la distancia es cada vez mayor entre lo que se escucha en la calle y lo que se discute en los círculos literarios e intelectuales.

Para Monzó, este diagnóstico está llevando a Cataluña a convertirse en una "región española", mientras el catalán está empezando a ser un "dialecto" del castellano. Criticó que los catalanes de fuera de Barcelona hablen "peor" para parecer "más cosmopolitas", y atacó a la inmersión lingüística, asegurando que no es real y "no ha existido nunca".

Pujol, gran defensor de la inmersión, intervino en este punto para aportar una postura más conciliadora y optimista, reconociendo que Cataluña está en un momento "crítico", pero que eso significa que se puede "ir mal, pero también bien". Por ello, optó por destacar los activos catalanes y por subir la moral de la ciudadanía. Admitió que Cataluña "va perdiendo el partido en la media parte", pero subrayó que el encuentro "no ha acabado aún". "Yo estoy contento de ser catalán", aseveró.

El ex presidente de la Generalitat aseguró que la inmersión ha funcionado "muy bien" en muchos lugares de Cataluña, y puso como ejemplo la situación del distrito barcelonés del Raval, en el que los jóvenes entienden el catalán. Sí admitió que la inmersión está en peligro, por la llegada de la inmigración y también por la sentencia del Tribunal Constitucional (TC), pero también por el "cansancio" de los catalanes.

"Existe el peligro de convertirnos en una 'lengua calco' (del castellano), y por eso es necesario un enorme sobreesfuerzo, lo que puede acabar cansando a la gente", argumentó. Como hizo también Monzó, Pujol criticó el catalán que se utiliza en los medios de comunicación, sobre todo los públicos, y pidió a los profesionales un mayor esfuerzo.

Explicó que cuando él ha pedido un mejor uso del idioma, los profesionales alegaban que ya todo es suficientemente difícil. "Pues iros a trabajar a La Ser", les replicó el ex presidente, que subrayó que lo difícil no es hablar bien en catalán, sino que lo que costó fue crear TV3. "El problema es que no llevamos la disciplina interna suficiente", añadió.

Pujol se refirió aquí al humorista Andreu Buenafuente y a uno de sus personajes 'El Gilipollas'. El ex presidente se preguntó por qué Buenafuente no decidió utilizar alguna de las palabras catalanas que sirven para expresar la misma idea, como 'xitxarel·lo', 'capcigrany' o 'gamerús'.

En cambio, vio un "éxito" que José Montilla, nacido en Iznájar (Córdoba), sea presidente de la Generalitat, y que él y sus hijos hablen en catalán. "Aunque no me gusta que Montilla sea presidente, preferiría que lo fuera Mas", bromeó el presidente fundador de CiU.

De todas formas, tanto Monzó como Pujol coincidieron en observar una pérdida de las habilidades lingüísticas, en catalán pero también en castellano, aunque el escritor remarcó que el catalán lo tiene peor, porque el castellano "no es un calco".

El escritor atribuyó la mala salud de los idiomas a la educación impartida en Catalunya en las últimas décadas, basada en la "pedagogía de la plastilina", en la que los niños no deben memorizar ni esforzarse. "Parece un mérito ser un ignorante en lenguas", lamentó.

Pujol también tuvo palabras para el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, del que dijo que hace un discurso "nacional y patriótico", y lamentó que muchos ahora lo elogien cuando antes le criticaban a él por su catalanismo.