Un juez de Madrid investigará el aborto de una mujer tras estar detenida en la Comisaría de Vallecas sin atención

Actualizado: lunes, 7 julio 2008 21:08

MADRID, 7 Jul. (EUROPA PRESS) -

El juez de Instrucción número 23 de Madrid, David Maman Benchimol, investigará las circunstancias que llevaron a una mujer embarazada de seis meses a abortar tras estar detenida durante más de ocho horas en la Comisaría de Vallecas sin recibir asistencia sanitaria, a pesar de que los facultativos de un Centro de Salud la derivaron sin éxito a Maternidad del Hospital Gregorio Marañón.

En un auto, al que tuvo acceso Europa Press, el magistrado admite a trámite la querella criminal presentada por la afectada contra los agentes del Cuerpo de la Policía Nacional adscritos a la Comisaría de Vallecas que prestaron servicio el pasado 27 de mayo, así como contra una doctora que atendió a la mujer.

El abogado Antonio Alberca presentó la denuncia el pasado 5 de junio en los juzgados ordinarios de Plaza de Castilla. En la querella se les acusa de omisión del deber de socorro, aborto imprudente, lesiones, contra la libertad individual, torturas y falsificación de documento público.

Según el juez, los hechos hacen "presumir la posible existencia de una infracción penal". El magistrado cree "procedente" incoar diligencias previas, al no estar "determinadas la naturaleza y circunstancias de tales hechos ni las personas que en ellos han intervenido".

La detención de M.I. se produjo el 27 de mayo sobre las 16.30 horas cuando los agentes dieron el alto al coche en el que viajaban la mujer y su compañero sentimental, sobre el que tenía una orden de alejamiento. Tras pararles, J.I. les informó de que había retirado la denuncia contra su pareja, puesto que esperaba un hijo y deseaba continuar con la relación.

A pesar de su avanzado estado de su embarazo, los policías procedieron a la detención de la mujer por quebrantar la prohibición de acercarse a su compañero. Trasladada a las dependencias policiales, fue conducida a una celda tras ser "hostigada, vejada y amenazada por uno de los funcionarios". "Desde el mismo momento de la detención, M.I. informó a los policías de que estaba en avanzado estado de gestación", subraya la querella.

Una vez en la celda y debido al mal trato recibido, la embarazada empezó a sangrar por la vagina, pidiendo a gritos y con golpes a la puerta que la sacasen y la llevaran a un médico. La mujer y su compañera de celda aporrearon la puerta durante una hora hasta el punto de que se causaron lesiones en la mano derecha.

Escuchadas sus súplicas, trasladaron a la mujer a un centro de salud de Atención Primaria, que la derivó a Maternidad del Hospital Gregorio Marañón. Sin embargo, los funcionarios la condujeron de nuevo a Comisaría, donde fue encerrada en la celda. Tras cuatro horas y media, la llevaron a Maternidad del Gregorio Marañón. Pero los sanitarios no pudieron hacer nada por el feto, teniendo un aborto.

Según la denuncia, tras ser dada de alta, los policías la trasladaron a la Comisaría, dejándola tirada literalmente en el suelo de un cuarto, tapándola con una manta. Un funcionario de alta graduación se cruzó con "el bulto" y le dio una patada preguntando qué era eso. Cuando se percató de que se trataba de una mujer, el funcionario decidió dejarla en libertad.

No era la primera vez que la afectada era detenida. El pasado 28 de abril, agentes de Hortaleza la arrestaron por la orden de alejamiento que tenía sobre su pareja. No obstante, los funcionarios la dejaran en libertad tras informales de que estaba embarazada.

En la querella, se solicita la identificación de los funcionarios policiales de la Comisaría de Vallecas y de los sanitarios que asistieron a la mujer tanto en dependencias de Urgencias como en Maternidad.