Julio Anguita, cauteloso ante el anuncio de alto el fuego porque no es "ninguna novedad"

Actualizado: domingo, 30 abril 2006 0:03


PALENCIA, 29 Abr. (EUROPA PRESS) -

El ex coordinador general de Izquierda Unida Julio Anguita se mostró hoy cauteloso ante el anuncio de alto el fuego permanente declarado por la banda terrorista ETA, al considerar que no supone "ninguna novedad".

"Se trata de una propuesta interesante, pero soy cauteloso porque es solamente una tregua y esto no es ninguna novedad", dijo Anguita, para después recordar al portavoz de la ilegalizada Batasuna, Arnaldo Otegui, que "no se ha firmado la paz".

En este sentido, Julio Anguita rememoró que en el Pacto de Ajuria Enea firmado en 1988, acordado por el ex secretario general del PCE, Gerardo Iglesias, se decía, concretamente en su artículo 10, que "hay que ir despacio sin que nadie exija al otro propuestas inasumibles".

Además, aseguró que el derecho de autodeterminación está en el artículo 10 de la Constitución Española y que el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, "o lo desconoce, o miente cuando dice que no existe".

VERTEBRACIÓN DE ESPAÑA

Antes de pronunciar una conferencia sobre la República, Anguita se refirió también al debate abierto en torno a la reforma de distintos estatutos de autonomía, para señalar que "se puede vertebrar España de otra manera, no como ahora, a pellizcos". "Una organización federal no está reñida con la falta de unidad", añadió.

El ex dirigente de IU confesó que el debate surgido en torno a la nacionalidad de la comunidad andaluza, es un tema que no le interesa e incluso le aburre "muchísimo".

En este sentido, Anguita se manifestó como un ciudadano igual a los de países como Tanzania o Uganda y muy lejano a "los duques terratenientes" de Andalucía. "Soy fundamentalmente un ser humano.

Por encima de las pertenencias a las patrias están las pertenencias a la clase social", apuntó.

En su disertación sobre la II República española destacó la laicidad y la austeridad de dicho periodo. En su opinión, "debe haber una total separación del Estado y de las iglesias, compatible con un respeto escrupuloso a las religiones".

En cuanto a la austeridad, explicó que no significa "vivir en la miseria", pero criticó el estilo de vida del denominado primer mundo, aludió a problemas como el de la energía, el agua, la contaminación y la desertización y abogó porque "los cargos públicos se vistan con el ejemplo, no derrochando dinero".