Aprecia la atenuante de trastorno psicológico pero sin que le anulara las facultades
GIRONA, 21 Jun. (EUROPA PRESS) -
El jurado popular considera que la parricida de Lloret de Mar, la británica Lianne Angela S., era "plenamente" consciente de sus actos y que además sabía que lo que hacía estaba mal, en su veredicto ha estimado que la acusada sufría un trastorno psicótico y una dependencia emocional patológica hacia su marido, pero que no tenía anuladas sus facultades mentales cuando cometió los crímenes.
Así, este jueves ha quedado probado por unanimidad que la procesada padecía "una depresión emocional patológica y un trastorno psicótico no especificado", que le dejaron sus capacidades de entender o querer "gravemente afectadas" pero no anuladas; según la declaración que hicieron los médicos forenses y psiquiatras y las diferentes declaraciones que ha hechos Lianne Angela S.
En un veredicto que reproducía el informe del fiscal, el portavoz del tribunal popular ha justificado su decisión exponiendo que la acusada sabía perfectamente que hacía porqué fue capaz "de ejecutar varios intentos de suicidio, escribir varias notas coherentes, calcular qué debía al hotel y relatar los hechos sin lagunas", después de matar a los dos pequeños, de menos de un año y de cinco años.
El jurado también ha considerado probado por unanimidad que la parricida es culpable de dos asesinatos, ya que provocó intencionadamente la muerte de los dos niños sin que tuvieran alguna posibilidad de defensa; a lo que se suma el agravante de parentesco ya que la asesina era la madre de los menores.
A favor de Lianne Angel S, ha tenido en cuenta la atenuante de confesión, ya que esto contribuyó a la investigación y esclarecimiento de los hechos.
DE 34 A 7 AÑOS DE PRISIÓN
Después de la lectura del veredicto, el fiscal Víctor Pillado ha mantenido la petición de 34 años de prisión por los dos asesinatos; mientras que la abogada defensora, Jenifer Lahoz, ha pedido una pena máxima de siete años de cárcel.
Lahoz, aún así, ha pedido al presidente del tribunal que la afectación mental que ha considerada aprobada el jurado sea considerada como una eximente incompleta en lugar de cómo una atenuante, por lo que la pena máxima de prisión sería de cinco años.
Además ha reclamado que la atenuante de confesión sea muy cualificada, lo que también haría reducir la pena; ahora, el magistrado presidente del tribunal, Adolfo García Morales, tendrá que dictar sentencia en los próximos días.
