Juzgan a cinco hombres acusados de secuestrar a otro por deber dinero a uno de los procesados

Actualizado: miércoles, 29 marzo 2006 20:45

SEVILLA, 29 Mar. (EUROPA PRESS) -

La Sección Tercera ha señalado para el próximo lunes, día 3, un juicio por el que se acusa a cinco hombres de secuestrar a otro porque éste último debía supuestamente 25 millones de las antiguas pesetas a uno de los procesados. El ministerio fiscal solicita una pena de cuatro años de prisión para cada uno de los inculpados, por un supuesto delito de secuestro, y diez años de prisión para cada uno por un supuesto delito de lesiones contra el secuestrado.

Según consta en el escrito de acusación provisional del ministerio fiscal, los hechos se produjeron el 23 de noviembre de 1999, cuando los procesados se desplazaron desde Alicante --de donde son originarios-- hasta Sevilla fuertemente disgustados con Enrique R. S., acreedor de 25 millones de las antiguas pesetas que supuestamente le había facilitado uno de los procesados, Alberto F. D. C., para la realización de un negocio que no llegó a materializarse, dinero que supuestamente la víctima se negaba a devolver. Además del citado, también están procesados Rafael E. M. M., Joaquín M. M., Eduardo M. P. y José Manuel S. T.

Así las cosas, los inculpados viajaron hasta Sevilla, a bordo de una furgoneta alquilada, con el objetivo de contactar con Enrique para que la citada cantidad les fuera restituida. Llegaron a la urbanización La Moraleja de la ciudad y, sobre las 21.30 horas, vieron llegar a Enrique, por lo que lo abordaron y comenzaron a golpearle al tiempo que le exigían el dinero en metálico. Al final, terminaron por arrastrarlo hasta la furgoneta, abandonando precipitadamente el lugar.

Una vez dentro del vehículo, los procesados, que continuaban golpeando a su víctima, le preguntaron sobre su situación económica y la de su familia, conminándole a llamar por el teléfono móvil a su hermano, supuesto corresponsable de la deuda. Le colocaron una navaja en el cuello, por lo que Enrique accedió a llamar a su hermano y, estando al habla con él, uno de los procesados le arrebató el teléfono y exigió al hermano que le entregara los 25 millones, advirtiéndole que, de no hacerlo, matarían a su hermano, y ofreciéndole que buscara todo el dinero que le fuera posible.

Entonces, el hermano del secuestrado contactó con un socio y amigo de Enrique, consiguiendo entre ambos reunir 12 millones de las antiguas pesetas. Tras recibir una nueva llamada de los procesados, les ofrecieron dicha cantidad a cambio de la libertad de Enrique, lo que fue aceptado por los supuestos atracadores, por lo que las partes convinieron en realizar la entrega en la Puerta de Jerez.

El hermano de la víctima y su socio se desplazaron al lugar, en concreto a los jardines de Cristina, donde entregaron a dos de los procesados una bolsa de plástico que contenía el dinero; entonces, los dos procesados les aseguraron que en dicho instante Enrique había sido puesto en libertad, lo que pudieron verificar contactando con el resto de inculpados, que les esperaban en las inmediaciones en el interior de la furgoneta, siendo abandonado cerca de Plaza Nueva sobre las 23.30 horas del mismo día.

Durante el tiempo que duró su secuestro, Enrique permaneció privado de libertad dentro de la furgoneta, mientras los procesados circulaban con ella por el interior de la ciudad. Como consecuencia de ello, Enrique sufrió policontusiones de las que tardó en curar 15 días con necesidad de tratamiento. Los procesados, salvo el primero, fueron detenidos la madrugada de los hechos cuando circulaban, camino de Alicante por la carretera de Málaga. Se recuperó el dinero intervenido, que ha sido restituido a sus propietarios, así como una navaja y una llave de pugilato. Fuentes judiciales indicaron a Europa Press que algunos de los procesados se hallan en paradero desconocido, por lo que el juicio podría tener que ser aplazado.

El fiscal les acusa de un delito de secuestro y otro de lesiones, con la atenuante, en el primero, de arrebato u obcecación, y la agravante, en el segundo, de abuso de superioridad.

Por ello, solicita la pena de cuatro años de cárcel para cada uno de los procesados por secuestro, y diez mese de prisión por el supuesto delito de lesiones, así como una indemnización a Enrique R. S. de 450 euros por las lesiones causadas y 4.500 euros por daño moral.