Juzgan hoy a un acusado de agredir sexualmente dos veces a su esposa y maltratar a sus hijos

Actualizado: lunes, 13 julio 2009 8:00

SEVILLA, 13 Jul. (EUROPA PRESS) -

La Audiencia Provincial de Sevilla juzga hoy lunes a F.C.P., de 45 años de edad, para el que la Fiscalía solicita 25 años de prisión por propinar presuntamente palizas y golpear tanto a sus dos hijos menores de edad --actualmente cuentan con 13 y 14 años-- como a su esposa, I.M.C., a la que presuntamente agredió sexualmente en dos ocasiones.

Según relata el Ministerio Público en su escrito de acusación provisional, consultado por Europa Press, desde el inicio de la relación "y de forma creciente con el paso del tiempo" el acusado dispensó a su esposa un trato "vejatorio, humillante y violento", siendo frecuentes "los insultos, bofetadas, tirones de pelo y pellizcos".

En este sentido, pone de manifiesto que, "en momentos de ofuscación", el encartado se dedicaba a romper enseres y mobiliario del hogar, pues "cualquier contratiempo sufrido era motivo suficiente para formar un escándalo a su pareja, a la que responsabilizaba y culpaba de todo".

Asimismo, añade que, durante el matrimonio, la pareja regentaba un pequeño comercio en el cual el procesado, en presencia de la esposa y "consciente de la vergüenza que a ella le producía, contaba a las clientas todo tipo de intimidades conyugales, piropeaba a las clientas y humillaba a su esposa", llegando a regalar a alguna clienta piezas de lencería en presencia de su esposa.

DUCHAS DE AGUA FRÍA A SUS HIJOS

Igualmente, añade la Fiscalía que, conforme fueron creciendo los hijos y a pesar de que éstos contaban con pocos años de edad, "propinaba a los mismos golpes, incluso palizas, los lanzaba fuertemente contra la cama cuando lloraban y cuando no se calmaban les daba duchas de agua fría". Además, "les rompía los juguetes y los insultaba".

Del mismo modo, y durante la relación conyugal, el encartado "ha impuesto" a la esposa "todo tipo de prácticas sexuales, que ésta ha soportado por temor al enfado de su marido, resistiéndose en la medida de sus posibilidades y manifestando su voluntad contraria sin lograrlo".

Toda esta situación fue provocando en la mujer una profunda depresión de la que comenzó a ser tratada en febrero de 2004, situación que se mantuvo cuando finalmente decidió denunciar los hechos ante la Policía Local de Sevilla, marchándose del domicilio conyugal junto con sus hijos a una casa de acogida, a la que llegó presentando un cuadro ansioso-depresivo caracterizado por baja autoestima, verbalizaciones negativas, dificultad para conciliar y mantener el sueño, pesadillas, inseguridad y culpabilidad. En noviembre de 2005 fue derivada a la Unidad de Salud Mental recibiendo atención psiquiátrica y psicológica.

Por todos estos hechos, la Fiscalía pide para el acusado diez años de cárcel por cada uno de los dos presuntos delitos de agresión sexual con el agravante de parentesco; dos años de cárcel por un presunto delito de lesiones psíquicas con parentesco, y tres años por un presunto delito de violencia doméstica habitual, así como el pago de una indemnización a I.M.C. de 30.000 euros por los perjuicios físicos y psíquicos sufridos, motivo por el que pide también que indemnice a cada uno de sus hijos con 5.000 euros.