Juzgan en Málaga a dos exmandos de la Udyco por presuntas irregularidades en su trabajo

Actualizado: lunes, 9 abril 2012 21:04

También se acusa a una tercera persona, que presuntamente mantuvo una relación de informadora

MÁLAGA, 9 Abr. (EUROPA PRESS) -

La Audiencia de Málaga tiene previsto juzgar desde este martes día 10 de abril a dos exmandos de la Unidad de Drogas y Crimen Organizado (Udyco) Costa del Sol de la Policía Nacional, Carlos F. y Alfredo M., para los que la Fiscalía Anticorrupción pide 19 y ocho años de prisión, respectivamente, al acusarles de cometer presuntas irregularidades en el ejercicio de su trabajo. Además, pide para ambos inhabilitación y cuatro años de suspensión.

El juicio comenzará en la Sección Novena este martes y está previsto que continúe los días 11, 16 y 18 de abril y otras 16 sesiones distribuidas en los meses sucesivos hasta julio. En esta causa, también se juzga a una tercera persona, que presuntamente mantuvo una relación de informadora con los anteriores. El ministerio fiscal solicita para este hombre una pena de cuatro años y siete meses de prisión.

En su escrito de acusación inicial, al que tuvo acceso Europa Press, el ministerio público acusa al que fuera jefe del Grupo de Crimen Organizado de Marbella (Málaga) Carlos F. como autor de delitos de malversación, falsedad, quebrantamiento de condena y detención ilegal. Para éste solicita, además de la pena de prisión y la suspensión, un total de 14 años de inhabilitación absoluta y 20 de especial.

Al otro agente, Alfredo M., inspector jefe de la sección de Crimen Organizado, se le acusa de los delitos de omisión del deber de perseguir delitos, de quebrantamiento de condena, de malversación, cohecho y tenencia ilícita de armas, pidiendo, además de la pena de cárcel, 14 años de inhabilitación. Al tercer acusado se le acusa por quebrantamiento de condena y por malversación como cooperador necesario.

Las investigaciones comenzaron en 2006 por Asuntos Internos, bajo supervisión del Juzgado de Instrucción número 5 marbellí. La acusación relata la actuación de los agentes en intervenciones policiales, como la llamada operación 'Topo', en la que funcionarios del grupo, al mando del acusado Carlos F., desarticularon un grupo de narcotraficantes en Marbella, siendo, presuntamente, el cabecilla Sophian H., acusado en el caso 'Ballena Blanca'.

Tras ofrecer resistencia, Sophian H. fue arrestado en ese operativo de mayo de 2004, en el que resultó herido un agente que momentos antes había cogido un reloj de oro que había perdido el detenido en el forcejeo, según el ministerio fiscal. El objeto fue depositado en Comisaría a disposición del inspector Carlos F., quien lo recibió como instructor "sin emitir recibo" y que "advirtió de que era un valioso reloj de oro", con un valor entonces de 20.000 euros.

Según el fiscal, el procesado, "cediendo ante un sentimiento de codicia, decidió que intentaría adueñárselo" y omitió "adrede" hacer referencia al mismo en los escritos, aunque el abogado del detenido lo reclamó. A pesar de que el inspector "dio largas, negando su existencia", ante la insistencia, optó por devolverlo y aportó otro informe "de contenido falaz" y "simulando" haber ordenado la búsqueda en las dependencias por lo que se había encontrado el reloj.

Por otro lado, la Fiscalía Anticorrupción manifiesta, en su escrito de sus conclusiones provisionales, que a finales de 2004 y principios de 2005, el otro inspector acusado, Alfredo M., recibió quejas y peticiones de traslado de policías de la Udyco de Marbella que estaba "descontentos" con su nuevo jefe, denunciando "los comportamientos irregulares que venían observando en el inspector Carlos F.".

Este mando tuvo entrevistas con varios agentes relacionados con el episodio del reloj "descubriendo que éste había falseado varios informes policiales, primero para sustraerlo y luego para hacerlo reaparecer", dice el escrito. "Pese a conocer la verdad, debido a la amistad que mantenía con el otro, no quiso darse por enterado y nunca dio cuenta a superiores o adoptó iniciativa alguna", añade el ministerio fiscal.

EL CONFIDENTE

El relato de hechos del fiscal también hace referencia al tercer acusado, que actuó de confidente y que fue detenido por una orden de busca y captura en 2005, momento en el que propuso a Carlos F. ser confidente, por lo que éste "paralizó los trámites, se aseguró de que no quedara rastro documental de la identificación y permitió que abandonara la Comisaría y recobrara la libertad", según la acusación pública.

Esto se produjo, según el fiscal, "con el beneplácito" del otro inspector acusado, "siendo plenamente conscientes de que adoptaban una decisión arbitraria y carente de justificación". El supuesto colaborador estuvo en rebeldía hasta noviembre de 2005 cuando fue detenido otra vez, aunque en esta ocasión Carlos F. "se desentendió de él", señala la calificación inicial presentado por el ministerio fiscal.

Otro de los hechos por los que se acusa al inspector de Marbella es por, supuestamente, "provocar una operación de venta de drogas" para dar "un brillante desenlace" a una investigación, utilizando al informador "a modo de agente encubierto", quien supuestamente entabló relación con unos individuos investigados, aunque la acusación considera que ambos "no se limitaron a tender una trampa a los traficantes".

En este punto, el fiscal Anticorrupción apunta a que "concibieron un plan mucho más audaz que consistía en aportar en lugar de cocaína una sustancia inocua de aspecto similar y aprovechar la ocasión para adueñarse del dinero que entregarían quienes pretendieran adquirir la aparente droga". La transacción se hizo el 21 de septiembre de 2005 un hotel de Marbella y se fijó el precio en 30.000 euros, según el escrito.

La calificación señala que tras desarrollarse el operativo, donde se detuvo a dos individuos, el informador salió del recinto con el dinero y el inspector se limitó a "escenificar una falsa persecución", llegando a hacer "algunos disparos al aire". A la hora de redactar las diligencias, señala la Fiscalía, construyó "una narración coherente a base de enlazar hechos verdaderos e informaciones falaces" de forma que ocultó la presencia del confidente.

CIUDADANOS RUSOS

Respecto al otro inspector, la acusación pública señala en su relato de hechos provisional que el acusado Alfredo M. tenía relación con un matrimonio ruso que le pidió consejo sobre investigadores para un amigo que pretendía vigilar a su mujer y éste les dijo, según el relato, que emplearan "a unos investigadores de su absoluta confianza que a mitad de precio podrían realizar el trabajo".

"Esa empresa de detectives no existía y en realidad lo que pretendía era aprovechar esta ocasión para obtener un beneficio económico asumiendo y organizando él mismo una investigación de naturaleza privada, pero a costa de los recursos personales y materiales que tenía a su disposición como responsable de la Sección de Crimen Organizado de la Udyco", apunta el fiscal, quien añade que no está acreditado que, finalmente, cobrara el dinero pactado.

Asimismo, se relata la actuación en dos operaciones. En una de ellas se intervino un televisor sobre el que Alfredo M. "mostró interés en sacar de las dependencias policiales para llevárselo a su domicilio", donde estuvo un mes y medio, a lo que accedió el otro inspector. Además, al acusado Alfredo M. también se le intervinieron varias armas que conservaba sin las guías y "sin razón que lo justificase".

En la otra, conocida como 'Arenal', se registraron a la vez varias viviendas en Coín y Marbella, registros en los que, entre otros efectos, se intervinieron un maletín de marca y una bolsa riñonera con 1.000 euros, aunque al realizar el recuento Carlos F. "apartó y sustrajo tanto los 1.000 euros como el maletín", objeto este último localizado en el registro de su casa, apunta la Fiscalía Anticorrupción.