Juzgan mañana a los acusados de vender queso con brucelosis en Palma del Río (Córdoba) y lesionar a 100 personas

Actualizado: jueves, 17 septiembre 2009 11:19

CÓRDOBA, 17 Sep. (EUROPA PRESS) -

Los tres acusados de elaborar y comercializar en Palma del Río (Córdoba) hace más de una década queso de cabra infectado con brucelosis, cuya ingesta provocó lesiones y posteriores secuelas de diversa índole a un centenar de personas, serán juzgados mañana y se enfrentan a la pena de 12 años de prisión que pide para ellos el fiscal.

Según la calificación del fiscal, a la que ha tenido acceso Europa Press, los acusados "son responsables criminalmente, en concepto de autores" de un delito contra la salud pública, en concurso con la comisión 100 delitos de lesiones imprudentes, por lo que pide que se condene a cada uno a una pena de cuatro años de prisión y a una multa de 12 meses, con una cuota diaria de 20 euros, o bien a un día de privación de libertad por cada dos cuotas impagadas.

También entiende la Fiscalía que procede inhabilitar a los acusados "para el ejercicio de la ganadería y para producir y comerciar con sus productos alimenticios por un periodo de cinco años", siendo también precisa la "clausura del local en el que procedieron a la fabricación del queso por periodo de cinco años".

Según el relato de hechos del fiscal, el primer acusado, L.M.M., ahora de 60 años, tenía 111 cabezas de ganado caprino de su exclusiva propiedad en una finca de Palma del Río, de la que es titular una entidad mercantil, a la que el ministerio fiscal considera responsable civil subsidiaria.

Las cabras estuvieron en dicha finca entre el inicio del segundo semestre de 1998 y abril de 1999, "sin que ninguna de tales reses hubiese pasado desde el 4 de junio de 1997 los preceptivos controles sanitarios de periodicidad anual. Tal falta de control propició que entre la indicada cabaña se desarrollase la enfermedad conocida como brucelosis".

Con la leche procedente de dichas cabras, el segundo acusado, R.R.L., ahora de 55 años, que trabajaba para el dueño de las reses como encargado en la finca, procedió, con la ayuda de su suegro, A.F.F., ahora de 79 años, que es el tercer acusado, a "elaborar queso fresco y a comercializarlo para su distribución y venta, también sin pasar control sanitario alguno, a través de bares, tiendas e incluso de venta directa en domicilios" de Palma del Río.

No fue hasta el mes de abril de 1999 cuando se detectó la enfermedad de los animales, a raíz de que el dueño de las cabras pidió autorización para trasladar los animales, trámite que requirió la realización de pruebas a las reses con las que se comprobó que tenían brucelosis.

A consecuencia de la ingesta del queso fabricado y comercializado por los acusados se vieron afectadas por la enfermedad de la brucelosis un centenar de personas, precisando todas ellas tratamiento médico y farmacológico por periodos variables, de entre 45 y 480 días, con hospitalización incluida en los casos más graves, los cuales, además, aún tienen secuelas.