Kirguistán celebra hoy parlamentarias

Rosa Otunbayeva
SHAMIL ZHUMATOV / REUTERS
Actualizado: domingo, 10 octubre 2010 11:10

MADRID, 10 Oct. (EUROPA PRESS) -

Kirguistán celebra este domingo elecciones parlamentarias destinadas a legitimar de una vez por todas su actual Gobierno y, más allá, a asentar el primer paso para la constitución de un sistema democrático occidentalizado en el centro de Asia. Es un difícil desafío para la actual presidenta en funciones, Rosa Otunbayeva, que cuenta con la oposición de Moscú y la amenaza de extremistas étnicos y milicianos islamistas.

El respaldo de Estados Unidos y de la Organización para la Seguridad y Cooperación en Europa (OSCE) podría no ser suficiente para salvar las enormes divisiones políticas y étnicas que azotan a la actual ex república soviética, y que estallaron el pasado mes de junio con violentísimos enfrentamientos entre las etnias kirguís y uzbeka que dejaron más de 400 muertos y miles de personas sin hogar.

De momento, un partido de oposición ya ha denunciado actos de violencia política contra su sede en la capital, Bishkek. Una muestra, para los analistas, de que las tensiones permanecen latentes, y de que las hostilidades podrían reanudarse inmediatamente dada la inestabilidad existente en el país, que podría haber sido fomentada en secreto, según estos expertos, por altas instancias políticas.

A todo ello se suma la importancia estratégica del país, fuente de recursos naturales y ruta de suministros para Estados Unidos en el conflicto afgano. Un territorio insertado entre Rusia, Afganistán, China e Irán cuya siguiente jugada en el tablero queda en manos ahora de 2,8 millones de votantes, 29 partidos políticos, 120 escaños en juego y un margen de maniobra cada vez más estrecho.

A LAS URNAS

Ante la incertidumbre, la presidenta interina Otunbayeva se vio obligada a salir al paso de las dudas ayer viernes, ratificando que las elecciones transcurrirán tal y como estaba previsto. "Son unos comicios históricos y vamos a celebrarlos", aseguró.

Las elecciones transcurren en el marco de la reforma constitucional impulsada por Omurbek Tekebayev, aprobada a finales de junio por referéndum y por la que se incrementan las competencias y poderes del Parlamento tras el derrocamiento en abril del presidente Kurmanbek Bakiyev.

Los kirguises van a votar, más que listas de candidatos, personalidades políticas. Tekembayev ha enfocado su campaña presentándose como adalid de las reformas constitucionales. Su principal rival es el prorruso 'segundo' de Otunbayeva, Almazbek Atambayev, quien ya ha emprendido rondas de conversaciones con Moscú.

No obstante, el Kremlin podría haber elegido a su propio candidato para hacer 'borrón y cuenta nueva': el ex primer ministro Felix Kulov, que se presenta ante los votantes nada menos que vestido con ropa de camuflaje, bajo el eslogan 'El Escudo de Hierro de la Ley' y con el emblema de Rusia Unida, el partido del primer ministro ruso, Vladimir Putin.

OBSERVADORES

Estas elecciones en Kirguistán son el tercer intento en otros tantos años para demostrar que se pueden celebrar elecciones de acuerdo con los estándares internacionales. Ni las parlamentarias de 2007 ni las presidenciales de 2009 han contado con el beneplácito de las organizaciones electorales. Pero esta tendencia podría cambiar.

De momento la misión de la OSCE en la capital kirguís ha evaluado favorablemente los preparativos de los comicios. Para el portavoz de la Oficina para Instituciones Democráticas y los Derechos Humanos de la OSCE, Jens Hagen Eschenbacher, el proceso electoral transcurre sin serios problemas. "La campaña ha sido competitiva, muy animada y a la vista de todos con los mítines celebrados por todo el país", declaró a Radio Libertad, ratificando que la carrera electoral ha transcurrido "en libertad y sin incidentes destacables".

No es esa la opinión del candidato opositor Ata Zhurt, quien denuncia que medio centenar de personas han asaltado la sede de su partido en la capital. Algunos de los asaltantes estaban borrachos mientras procedían a zarandear a los guardias de seguridad, destrozar los ordenadores y quemar documentos del partido.

ACNUR DEFIENDE LA VIABILIDAD DEL PROCESO

El Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) ha destacado este pasado viernes que el país se reconstruye por el buen camino tras los disturbios de Osh y Jalalabad. En este sentido, la agencia espera que "con las elecciones parlamentarias, la situación se estabilice y prosiga la puesta en marcha de medidas para restablecer la confianza del pueblo y mantener el ritmo de la ayuda humanitaria".

El secretario general de Naciones Unidas, Ban Ki Moon, ha asegurado en este sentido a la presidenta Otunbayeva que Naciones Unidas mantendrá su apoyo al programa de rehabiltación, recuperación y reconciliación en la ex república soviética tras los enfrentamientos de junio.

CONFLICTO LATENTE

No obstante, "la situación sigue siendo enormemente explosiva", indica a Reuters el experto del Instituto de Estudios Asiáticos de Moscú, Alexander Knyazev. "Las poderosas fuerzas nacionalistas kirguises no han malgastado esfuerzos a la hora de acusar a los uzbekos del derramamiento de sangre", explicó el analista, quien garantiza que "el conflicto no se ha resuelto, y sigue latente".

Knyzayev se hace eco de las preocupaciones de los votantes. Para el joven estudiante de 18 años Zhenish Orozbayev, "el sistema actual carece de estabilidad, y podrían estallar enfrentamientos". "Me parece que los partidos derrotados en los comicios van a intentar organizar manifestaciones", estima. A su juicio, "la situación en el sur es muy precaria, y terreno abonado para que estalle un conflicto étnico".

El analista ruso va más allá: "En el sur, la situación es ideal para los islamistas, dispuestos a reclutar simpatizantes". "Cuando los uzbekos fueron enterrados durante los enfrentamientos de junio, muchos jóvenes pensaban: 'El Gobierno nos ha abandonado, Rusia no nos ayuda, Naciones Unidas no nos ayuda, la OSCE no nos ayuda y Uzbekistán nos ha cerrado la frontera. El Islam es nuestra única esperanza'", reflexionó.

El peligro de ataques no se le escapa al ministro de Interior kirguís, Zarylbek Rysaliyev, quien advierte de que "hasta una decena de áreas podrían ser escenario de potenciales enfrentamientos" protagonizados por "exaltados que planean secuestrar urnas de votación".

Tampoco se puede descartar la presencia de las élites kirguises, interesadas en "desestabilizar la situación si perciben que van a perder sus puestos en la cúpula de poder", según el experto independiente en terrorismo Adil Mukashev.