Kosovo.- El embajador Javier Rupérez pide la retirada de las tropas Y "firmeza" en el rechazo al reconocimiento

Actualizado: miércoles, 27 febrero 2008 20:19

Se pregunta qué garantías hay de que la "abdicación" de los principios internacionales no se repita ante Euskadi o Cataluña

MADRID, 27 Feb. (EUROPA PRESS) -

El embajador Javier Rupérez, ex director del Comité Antiterrorista de la ONU, pidió hoy al Gobierno la "retirada de todas las tropas militares y efectivos policiales españoles" desplegados en Kosovo y "firmeza" en el rechazo al reconocimiento del nuevo Estado.

En un artículo para la Fundación para el Análisis y los Estudios Sociales (FAES) que preside José María Aznar, recogido por Europa Press, advierte de que los Estados y organizaciones internacionales que reconozcan la independencia de Kosovo "contribuirán a fijar un terrible precedente internacional".

Este precedente tiene que ver con aceptar que la integridad territorial de un país miembro de Naciones Unidas "puede ser alterada como consecuencia de manifestaciones unilaterales y minoritarias de una parte de la población, caprichosamente aceptadas por un cierto número de países y en contra de la voluntad claramente expresada del Gobierno que nacional e internacionalmente representa al país que sufre la partición impuesta", en este caso Serbia.

Para Rupérez, las afirmaciones de los portavoces de la Unión Europea pretendiendo quitar a Kosovo el valor de precedente "no tienen ninguna credibilidad y revelan las insuficiencias morales y políticas de la mal llamada política exterior y de seguridad de la Unión, a la postre instrumento al servicio de la voluntad de los más grandes".

Entre los países que han manifestado públicamente su negativa a reconocer a Kosovo, Rupérez distingue entre Rusia y el grupo de los países europeos contrarios a la declaración unilateral, y que componen España, Bulgaria, Rumanía, Eslovaquia y Chipre.

Moscú, sostiene el embajador, puede verse favorecido por la independencia de Kosovo, donde encuentra "razones" para continuar "manteniendo los movimientos secesionistas en las regiones georgianas de Abjasia y de Osetia del Sur, Transnistria en Moldavia o de Nagorno Karabaj en Azerbaiyán.

Al otro grupo, el caso de Kosovo les perjudica claramente y Rupérez ha visto a estos países "harto tímidos en la explicación de sus temores y convicciones".

A todos ellos, el embajador les pide "firmeza" en su rechazo a reconocer a Kosovo porque, de lo contrario, la legalidad internacional "que perdió su virginidad hace siglos, pasará a convertirse en una mercancía definitivamente averiada".

Rupérez se pregunta que garantías habrá de que en un futuro no se vuelva a producir la "abdicación" vista en Kosovo en el seguimiento de los principios que rigen las relaciones internacionales "ante los vascos nacionalistas que reclaman independencia, los catalanes de la misma tendencia y los húngaros de Transilvania, en Rumanía, o en Voivodina, en Serbia, o los rusos en Letonia, o los turcos en Chipre o los sardos en Cerdeña, Italia, los corsos en Córcega, Francia o los flamencos en Bélgica".

LA POSTURA DE ESPAÑA LLEGÓ TARDE

El embajador critica por otra parte que el Gobierno español no expusiera antes su postura sobre Kosovo. En su opinión, un "temprano anuncio" de sus intenciones hubiera podido servir para que los socios y aliados de España comprendieran que "en este tema no se jugaba". "Pero ni Londres, ni París, ni Berlín han escuchado nuestras reclamaciones, en el caso de que se les hayan planteado en tiempo oportuno y con la insistencia que el tema merece, y la ausencia de interlocución con Washington (...) explica que la decisión americana sea la peor que desde Madrid cupiera esperar", añade.

También denunció la "poco feliz ocurrencia" del ministro de Asuntos Exteriores y de Cooperación, Miguel Angel Moratinos, de "mezclar el anuncio" de la postura española sobre Kosovo con un "recuerdo crítico a la presencia de tropas españolas en Irak después de la intervención militar".

"Ha venido a decir que el Gobierno, en defensa siempre de la legalidad internacional, hace ahora lo que entonces hizo en defensa de esa legalidad, implicando que tan ilegal es el reconocimiento del Kosovo independiente como nuestra presencia entonces a orillas del Tigris", según el embajador.

Rupérez insta por tanto al Ejecutivo, "en consonancia con su impecable juicio sobre la ilegalidad de la independencia kosovar" a anunciar la "retirada de Kosovo de todos las tropas militares y efectivos policiales españoles desplegados en el territorio" y de "cualquier ayuda que no sea estrictamente humanitaria". "Porque eso, ayudar a un Estado fraudulento, sí que es ilegal", asevera.