SEVILLA, 9 Jun. (EUROPA PRESS) -
La sección primera de la Audiencia provincial de Sevilla ha anulado la sentencia por la que se condena al alcalde de Almadén de la Plata (Sevilla), José Luis Vidal, a siete años de inhabilitación especial para empleo o cargo público por un delito de prevaricación.
La sentencia, a la que tuvo acceso Europa Press, declara la "nulidad de pleno derecho" del juicio celebrado ante el Juzgado de lo Penal número 1 de Sevilla y del fallo resultante del mismo "por haber sido dictada por un órgano manifiestamente incompetente" y señala la necesidad de celebrar un nuevo juicio oral por parte de la Audiencia, "órgano competente".
En este sentido, la resolución insiste en que "cuando la presenta causa fue remitida al Juzgado de lo Penal para enjuiciamiento y fallo lo fue indebidamente" y dicho órgano jurisdiccional "pudo y debió examinar su propia competencia una vez le fueron remitidas las actuaciones para el conocimiento y fallo de la causa", por lo que considera que "resulta indiscutible que la sentencia dictada lo fue con manifiesta falta de competencia objetiva de dicho órgano judicial".
Por esta razón, la Audiencia estima el recurso de apelación interpuesto por Vidal "sin que proceda a entrar a examinar el resto de los motivos de impugnación" y señala que lo que procede es "retrotraer las actuaciones al momento anterior al acto del juicio oral".
El Juzgado de lo Penal número 1 de Sevilla explicó como hechos probados que la Empresa de Gestión Medioambiental S.A. (Egmasa), adscrita a la Consejería de Medio Ambiente de la Junta, gestiona el equipamiento de uso público del parque forestal de Almadén, concediendo el Ayuntamiento en diciembre de 1998 licencia de obra a esta Consejería para construir un centro de visitantes y un bar-restaurante.
Egmasa convocó concurso público, que quedó desierto en junio de 2001. En diciembre de ese año, durante el siguiente concurso y en el tiempo previo a la adjudicación, el alcalde "mostró mucho interés" por que la empresa Sodealmadén S.L., constituida mediante aportación del bien patrimonial del Ayuntamiento local y siendo Vidal su presidente, fuera la adjudicataria, llegando a manifestar 'si no me quedo con la licitación no les doy la licencia', señala la sentencia, que añade que en ninguna conversación puso obstáculo al otorgamiento de la licencia, si bien "hizo hincapié en que debía otorgársele a la entidad que representaba".
SILENCIO ADMINISTRATIVO
En junio de 2001 y enero de 2002 se solicitó licencia de apertura y, al no haberse obtenido respuesta por parte del Ayuntamiento, en abril de 2002 se pidió por Egmasa certificación de silencio positivo, procediéndose en septiembre de 2002 a la apertura del equipamiento de uso público, "negándose el acusado a firmar el recibí" de dicho silencio administrativo y contestando a Egmasa en un escrito 'sepa usted que esto es una milonga que se habéis inventado'.
Días más tarde se celebró una recepción en el equipamiento del parque para dar a conocer su apertura, apareciendo en el lugar unos escritos con membretes del Ayuntamiento y, a pesar de no constar la firma, aparece como proveniente del propio alcalde expresiones como 'el parque se lo iban a quitar a Almadén', etc.
En octubre de 2002, Egmasa recibió un Decreto de la Alcaldía por el que se deniegan las licencias de apertura por una línea de alta tensión eléctrica y, días más tarde, requirió a Egmasa la licencia en un plazo de 48 horas o la actividad se clausuraría, cuando "el alcalde conocía la ilegalidad de ambos actos, tratando de obstaculizar de esta forma la actividad del adjudicatario, así como de la entidad Egmasa, por no haber resultado Sodealmadén, que presidía, adjudicataria en su día del concurso".
Egmasa presentó recurso contra el decreto del alcalde, dictando Vidal uno nuevo que acuerda dejar sin efecto el que denegaba la concesión de apertura, mientras que un ingeniero técnico industrial emitió un informe sobre la aplicación del RAT a la línea cercana al Cortijo El Berrocal en el que concluye que la línea en cuestión se encuentra a unos 70 metros del citado edificio.
ACUSACION
La acusación particular elevó en el juicio, celebrado el 25 de mayo de 2005, a una petición de 20 años la inhabilitación para el primer edil por dos delitos de prevaricación, junto a cuatro años de cárcel por un delito de falsificación en documento. La defensa solicitó al tribunal una sentencia "íntegramente absolutoria" porque considera que Vidal no incurrió en irregularidad alguna con su actuación en la denegación de una licencia de apertura.
La acusación particular calificó de "arbitrarios" los citados decretos y "contrarios al ordenamiento jurídico" ya que los utilizó para un "puro interés personal" con "justificaciones para denegar la licencia", según el informe final de la letrada de la Junta, que resaltó la "incongruencia total, sin más y 'sine die'" en estas resoluciones del alcalde. A juicio de esta acusación, se trataba de una "rencilla personal" y una "batalla mediática" de Vidal con la Consejería de Medio Ambiente en lo que considera una "lesión al bien jurídico protegido".
Por su parte, el abogado del alcalde manifestó que la licencia de obras anterior a la que hizo referencia la fiscal la dio el predecesor de Vidal en la Alcaldía en diciembre de 1998, por lo que su cliente no hubiera incurrido en ilegalidad alguna, apostando por una sentencia "íntegramente absolutoria" en este sentido.
SATISFACCION DE VIDAL
Por su parte, el primer edil de Almadén se mostró hoy "muy satisfecho" por la sentencia y deseó que en el próximo juicio "se aprecie que mi actuación nunca fue contra la ley", sino que "se hizo por el peligro que conllevaba asistir a este parque forestal, corría peligro de muerte todo el que fuera a visitarlo".
"El tiempo me ha dado la razón, porque el parque se abrió en 2002 y a mediados de 2006 este auténtico paraíso es un completo fracaso, que no puede recibir visitas escolares porque los autobuses no pueden entrar", lamentó Vidal, quien argumentó que "esto es lo expuse en Medio Ambiente".
Para el alcalde, esta finca de 9.000 hectáreas, situada a 40 minutos de la capital hispalense, "debería convertirse en el pulmón verde de Sevilla y uno de pilares turísticos de Almadén", por lo que pidió a la Junta que "por favor no abandone esta finca, siempre estaré dispuesto a cualquier tipo de colaboración, aunque sea de signo político distinto".
