MADRID, 28 Jul. (EUROPA PRESS) -
El portavoz parlamentario de CiU en el Congreso, Josep Antoni Duran i Lleida, considera que el proyecto de Ley sobre la denominada Memoria Histórica responde a una "actitud equilibrada y respetuosa" e incluye una serie de medidas con "un valor simbólico y moral muy importante". A su juicio, no se trata de abrir heridas sino de "cicatrizar las que todavía existían".
Duran i Lleida, que ayer fue informado por la vicepresidenta primera del Gobierno, María Teresa Fernández de la Vega, del contenido de los informes y del proyecto de ley, destacó también el "alcance material" de las medidas relativas a pensiones o indemnizaciones para determinados colectivos, al tiempo que calificó de "positivas" las decisiones sobre simbología y autonomía local.
POSITIVA LA CREACION DE UN CONSEJO
Asimismo, expresó su respaldo a la decisión del Gobierno de descartar la anulación de los juicios sumarísimos que demandan grupos como IU-ICV y ERC, optando finalmente por la creación de un Consejo nombrado por el Parlamento que permita rehabilitar individualmente a las víctimas de la dictadura y la Guerra Civil.
"Los nacionalistas catalanes aceptan de entrada la posición que adopta el Gobierno porque son conocedores y sabedores de la jurisprudencia del Tribunal Constitucional al respecto", señaló Duran i Lleida.
Es más, recordó que él mismo defendió en el Congreso, a través de una proposición no de Ley, la anulación del Consejo de Guerra sumarísimo al que fue sometido el dirigente de UDC Manuel Carrasco i Formiguera --fusilado en 1938--, que finalmente se aprobó aunque no en los términos que proponía CiU inicialmente.
Según Duran, existía "un riesgo de interpretación de que se hiciese una lectura unilateral de lo que sucedió" y en este sentido recalcó que las medidas aprobadas por el Gobierno "intentan evitar eso". "Es bueno que haya mantenido ese equilibrio y que no de pie a una lectura de parte".
EVITAR LA CONFRONTACION EN TRAMITACION
Finalmente, el portavoz parlamentario de CiU indicó que hay que trasladar a la ciudadanía que hay voluntad de mirar hacia el futuro y confió en que en el trámite parlamentario "nadie tenga la tentación de utilizar" las medidas "como elemento de confrontación política por considerarlas excesivas o por considerarlas otros que se han quedado cortas".
"Hay que dar por cerrada esta etapa --enfatizó-- Nosotros los políticos no somos quien para releer ni para hacer la Historia. La Historia la hacen los historiadores".
