El líder de la mafia georgiana en España ordenó matar en Niza a miembros de bandas rivales a los que llamaba "putos"

Actualizado: miércoles, 17 marzo 2010 19:16

Kakhaber Shushansashvili prometió 5.000 euros a una española para casarse con ella y obtener el permiso de residencia

MADRID, 17 Mar. (EUROPA PRESS) -

El presunto líder la mafia georgiana desarticulada esta semana en España, Kakhaber Shushanashvili, "había planificado y dado instrucciones" para matar en la ciudad francesa de Niza a miembros de otras bandas rivales, a los que denominaban en su argot con el sobrenombre de "putos" o "adversarios".

Así consta en dos autos dictados entre ayer y hoy por el juez de la Audiencia Nacional Fernando Grande-Marlaska en los que se detalla que la trama implantada en España, que se denominaba 'Kutaisi', mantenía un "enfrentamiento" con miembros de otras organizaciones establecidas en Francia, Italia y Holanda, y que su líder ordenó a dos de sus sicarios que se desplazaran hasta la citada localidad para asesinar a Vladimir Dzhemalovich Janashia, 'capo' de una de estas bandas rivales.

Los miembros de la red pretendían, de esta forma, "reunirse" con sus adversarios y, "en unión de más 'capos' --nombre que daban a otros mafiosos afines-- "quitarles el rango y después actuar de forma violenta contra ellos", tal y como hicieron con otros tres rivales, a los que propinaron "un fuerte castigo físico" en Holanda.

En sus resoluciones, Grande-Marlaska ordena el ingreso en prisión de 18 de los 21 detenidos en la 'operación Java' contra la mafia georgiana, entre los que se encuentra el español Juan Miquela Tomillero, y deja en libertad con medidas cautelares a Kateryna Mierkova, novia de Shushanashvili, y a otras dos personas.

A los detenidos, el magistrado les imputa indiciariamente asesinato en grado de conspiración, asociación ilícita, blanqueo de capitales, delitos contra la hacienda pública, falsificación, extorsión, amenazas, coacciones, tenencia de armas y robo con fuerza.

PRETENDÍAN IMPLANTARSE EN MADRID

La organización, que tenía un carácter transnacional y fuertemente jerarquizado, estaba implantada desde el año 2005 en Barcelona, Gandía (Valencia) y Getxo (Vizcaya) y pretendía establecerse en Madrid. Sus actividades delictivas consistían en el blanqueo de capitales, la falsificación de carnés de conducir y documentos de identidad, la tenencia ilícita de armas, delitos contra el patrimonio, amenazas y extorsiones.

Bajo el nombre falso de Nikolai Rostov, Kakahaber Shushanashvili --hermano del líder internacional de la red, Lasa Shushanashvili, y dependiente jerárquicamente de éste y de su número dos, Koba Shermazashvili-- gestionaba la "caja común" de la red española junto a su lugarteniente, Zviad Darsadze.

Las intervenciones telefónicas ordenadas durante la investigación ponen de manifiesto que mantenía "un estrecho contacto" con otras bandas criminales de Georgia, Rusia, Ucrania y Armenia, y que ramificaciones de su organización actuaban en Suiza, Alemania, Austria, Italia y Francia, donde han sido detenida otra cincuentena de personas.

En relación con el español detenido, el auto detalla que Juan Miquela Tomillero ayudaba a Kakhaber Shushanashvili en los negocios cediéndole sus cuentas bancarias para que la organización depositara dinero, ofreciéndole soporte logístico y proporcionándole vehículos asegurados.

MATRIMONIO DE CONVENIENCIA Y AGUINALDO

Además, en octubre de 2010, Kakhaber Shushanashvili contrajo un "matrimonio de conveniencia" con la española María José Caparrós Alonso, con el objetivo de "legalizar su situación administrativa, obtener su permiso de residencia español y, de esta forma, tener libertad de movimientos en Europa".

Aunque antes de la boda le prometió que le daría 5.000 euros por casarse con él, después del enlace nunca más la llamó, según consta en el auto de juez Marlaska, que añade que con motivo de las fiestas navideñas Shushanashvili repartió 2.000 euros a los 'capos' de la organización que estaban cumpliendo condena en cárceles europeas.