MADRID, 2 Jul. (EUROPA PRESS) -
El eurodiputado socialista Juan Fernando López Aguilar ha instado a sus compañeros a no votar al 'popular' Jean-Claude Juncker como presidente de la Comisión Europea, porque cree que tendría un coste "inminente" para el PSOE en las elecciones locales de mayo y, además, les impediría recuperar o "reanimar" a su electorado.
En un artículo en el 'Huffington Post' recogido por Europa Press, el eurodiputado se ha sumado así a la exigencia de los tres aspirantes a liderar el partido. Tanto Pedro Sánchez como Eduardo Madina y José Antonio Pérez Tapias han pedido a los eurodiputados del PSOE que no den su voto a Juncker.
López Aguilar ha advertido de que los partidos que están "a la izquierda" del PSOE --que sacaron 11 escaños el 25M, mientras el PSOE perdió 9 y se quedó en 14-- no sólo suponen "un desafío electoral", sino que además "vigilan con celo" y "facturarían como debe un voto de apoyo a Juncker".
Además, el exministro ha pedido al PSOE "coherencia", recordando que hizo una "campaña combativa, pública y muy explícita" para destacar la "diferencia" entre 'populares' y socialdemócratas y subrayar que, en esta ocasión, el voto de los ciudadanos iba a influir en la orientación política de la Comisión Europea..
A su juicio, Juncker representa los "castigos" de "las políticas de austeridad, la troika, los hombres de negro" y las "tremendamente injustas inequidades fiscales". Por eso, cree que el propio Grupo Socialista europeo debería hacer un "ejercicio de sensibilidad respecto a los socialistas del Sur".
López Aguilar, que fue el número cuatro de la lista del PSOE a la Eurocámara, admite que la historia de la UE se ha construido gracias a grandes acuerdo de 'populares', socialistas y liberales --y más recientemente también de Los Verdes-- pero ha subrayado que los socialistas insistieron mucho en que "esta vez" sería "diferente".
De este modo, apuesta por que el Tratado de Lisboa suponga más "politización y parlamentarización de la política europea", y cree incluso que no sería descabellado aspirar a una nueva reforma de los Tratados que haga posible investir al presidente de la Comisión con "una sucesión de trámites que rebaje la exigencia inicial de la mayoría cualificada", como hace la Constitución española, que contempla los gobiernos en minoría.
