La madre de un guardia civil asesinado se abalanza sobre 'El Solitario' y le recrimina los crímenes

Actualizado: jueves, 17 julio 2008 12:33

PAMPLONA, 17 Jul. (EUROPA PRESS) -

María Benítez, madre del agente de la Guardia Civil Juan Antonio Palmero, asesinado el 9 de junio de 2004 en Castejón, se enfrentó hoy, en el juicio oral, a Jaime Giménez Arbe, 'El Solitario', acusado del asesinato de su hijo. Al terminar su declaración, la madre se abalanzó sobre 'El Solitario' para recriminarle el crimen, mientras exclamaba "dejadme que me desahogue, dejadme que lo vea". El procesado tuvo que ser protegido por agentes de la Policía Foral.

Después, la mujer, que había declarado muy emocionada, tuvo que abandonar la sala también acompañada por la Policía Foral, tras lanzar constantes recriminaciones a 'El Solitario'. Éste respondió a la madre: "No tengo nada que ver con la muerte de su hijo, señora", a lo que la mujer le replicó "mentiroso". María Benítez se había preguntado durante su declaración ante el tribunal si el asesino de su hijo le dio la "oportunidad de decir una última palabra".

También se dirigió directamente a 'El Solitario' Caños Santos, quien era la novia de Juan Antonio Palmero el 9 de junio de 2004, para gritarle "asesino" cuando ya había terminado su declaración y abandonaba la sala.

Estos fueron algunos de los momentos más destacados de la tercera sesión del juicio contra 'El Solitario', acusado del asesinato de los guardias civiles Juan Antonio Palmero y José Antonio Vidal el 9 de junio de 2004 en Castejón, en la carretera N-113.

EN LA SALA

En la sesión de hoy comparecieron los padres de los dos agentes y la novia de Juan Antonio Palmero. La madre de este último agente fue quien ofreció el testimonio más emocionado, sentada en una silla, con gafas de sol y visiblemente emocionada.

También prestó testimonio la novia de Juan Antonio Palmero, Caños Santos, quien explicó que la pareja tenía planes de boda y ya había comprado un piso en Estepona (Málaga). "Tras su muerte tuve una depresión durante dos años, ahora estoy trabajando, pero mi vida ha cambiado por completo, yo era una persona muy risueña y ahora apenas se me ve la sonrisa. Para mí era mi marido", dijo.

Por su parte, Rafael Palmero, padre de Juan Antonio Palmero, explicó que a raíz del crimen su vida ha quedado "destrozada". "Tiramos para adelante porque tenemos cuatro hijos más. La mujer mía es una persona muerta andando", afirmó.

Respecto a José Antonio Vidal, su padre, Marciano Vidal, recordó que el agente fallecido "quería dedicarse por completo a la Guardia Civil y estaba estudiando todo el día". Su madre, Virginia Fernández, explicó que mantenía "muy buena relación" con su hijo. "Éramos muy amigos, nos llamábamos siempre, tenía mucha ilusión en la Guardia Civil", señaló.

Por otra parte, el tribunal habilitó una videoconferencia con la madre de Jaime Giménez Arbe, Soledad Arbe Illares, quien, sin embargo, se acogió a su derecho a no declarar.

MEDICOS FORENSES

Además de las familias de las víctimas y del acusado, en la tercera sesión del juicio fueron escuchados dos médicos forenses. Uno de ellos explicó que, según los estudios que ha realizado, 'El Solitario' no tenía ningún impedimento físico para poder conducir un vehículo en junio de 2004.

Por su parte, Rafael Teijera, médico forense del Instituto de Medicina Legal de Navarra, que practicó las autopsias a los dos agentes fallecidos, señaló que "la cantidad de impactos que recibieron" los dos agentes es "razonablemente suficiente para producir lesiones de importancia que provocarían la muerte, como así fue".

Sobre Juan Antonio Palmero, explicó que tenía 22 lesiones producidas por arma de fuego que "globalmente" producirían inevitablemente la muerte. "Hay algunas trayectorias que afectan a zonas vitales, en concreto zona del torax, que provocaron lesiones en los pulmones y hemorragias masivas, que fueron causa de la muerte", explicó.

El médico forense explicó que, en su experiencia de 22 años, este fue el caso en el que más lesiones ha visto en este tipo de homicidios y añadió que el agente no podría haber sido salvado incluso contando con una atención médica inmediata.

Sobre Jose Antonio Vidal, presentaba 14 lesiones, en este caso, situadas en la zona de la cabeza, cuello y tórax. "Hubo una lesión específica que produjo una destrucción del cuello", explicó, para decir que ello le provocó la muerte.

También comparecieron tres agentes de la policía judicial portuguesa que participaron en la detención de 'El Solitario' en 2007 y que coincidieron en señalar que tenían información de que el arrestado era una persona peligrosa que podía disparar.