La madre del joven acusado de asesinar a su hermana y su padre confiesa que la paz que tiene ahora no la conocía

Actualizado: viernes, 27 febrero 2009 15:22

La testigo realizó un desgarrador testimonio sobre cómo la familia soportó durante más de 30 años la tiranía del patriarca

VALLADOLID, 27 Feb. (EUROPA PRESS) -

La madre de Ismael V.S, el joven que se enfrenta desde este jueves en Valladolid a un juicio con jurado popular y a una posible pena de 40 años por el doble asesinato de su hermana y el padre de ambos, a quienes, presuntamente, acometió en junio de 2007 en el domicilio familiar con un cuchillo de cocina y una catana, respectivamente, confesó hoy que por fin vive tranquila y sin el sentimiento diario de terror que presidió su matrimonio durante 34 años. "La paz que tengo ahora no la había conocido, pero no me sirve de nada sin mi hija", advirtió la mujer tras explicar la trágica existencia que tanto ella como sus dos hijos llevaron en vida por culpa de su marido.

El desgarrador testimonio de la progenitora de Ismael V.S. fue lo más destacado de la segunda sesión del juicio celebrada en la Audiencia de Valladolid, dado que el procesado, sorprendiendo incluso a su letrado defensor, se acogió a su derecho a no declarar y prefirió no contestar a pregunta alguna, ni siquiera para intentar rebatir la tesis del Ministerio Fiscal--le imputa dos asesinatos--y demostrar que no es responsable de la muerte a cuchilladas de su hermana, María Victoria, y sí únicamente de la de su padre, Luis Mateo, al que, según ha venido sosteniendo, acometió con una catana para defenderse y sólo después de que su progenitor hubiera acabado con la vida de 'Mariví'.

Ante la imposibilidad de conocer la versión del acusado, su propia madre, María Victoria S.G, compareció ante la sala para, durante casi una hora caracterizada por un sobrecogedor silencio de los allí presentes, relatar entre sollozos la tortuosa vida que, según ella, le dio su marido a lo largo de 34 años de matrimonio, sobre todo los primeros 17, "que fueron terribles" tanto para ella como para sus dos hijos y "para quien se pusiera por delante".

El abuso del alcohol y el carácter violento de Luis Mateo, que se potenciaba cada vez que bebía, sumieron a la familia en una "constante tensión" que, según la testigo, pudieron causar mella en su hijo Ismael y contribuir a hacer de él un ser absolutamente infeliz a lo largo de toda su vida y a provocarle graves trastornos psiquiátricos, los mismos que le llevaron a permanecer encerrado a cal y canto en casa durante los últimos tres años.

EN LA CAMA Y COMO LA BOCA TAPADA

En su relato, interrumpido en una ocasión por el acusado para decirle "¡tranquila mamá, tranquila!", María Victoria S.G. aseguró que tanto ella como sus hijos, pero sobre todo Ismael, tenían "terror" a patriarca de la familia. La situación era tal que cuando los hijos eran aún niños la madre les metía en la cama y les tapaba la boca cada vez que el padre hacía su aparición en casa borracho. "No les pegaba a menudo, pero cuando lo hacía perdía los papeles", recordó la madre con la voz entrecortada.

La testigo, que con su trabajo mantenía a flote a la familia pues el marido "lo que ganaba se los gastaba", aseguró desconocer que su hijo durmiera con un cuchillo bajo la cama por miedo a su progenitor y confesó el sentimiento de culpa que tenía por no haber podido hacer más por sus dos hijos. "Yo también le tenía terror, de hecho estuve una noche a punto de abandonar el domicilio en camisón, pero me encontré con mi hija que me pidió llorando que no me fuera", dijo María Victoria, quien llegó a denunciar que si no se separó fue porque sabía que si lo hacía su marido la mataría.

Respecto de la personalidad de su hijo Ismael, la madre le definió con una persona "callada", frente al carácter "explosivo" de su hija 'Mariví', y también como un tanto "rencorosa", y en este último sentido recordó que Ismael se pasó dos años sin hablarse con su hermana tras sostener ambos una discusión banal. También incidió en que Ismael, que sufría agorafobia y en 2004 protagonizó un intento de suicidio tras quedarse sin trabajo, llevaba los tres últimos años sin salir de casa, "no cogía ni el teléfono, no habría la puerta, si llegaba alguna visita se subía a su habitación para no coincidir con ella e incluso hacía pis en una botella para no tener que bajar al servicio".

CON UN BATE DE BEISBOL

Sólo en una ocasión llegó a enfrentarse directamente a su padre. El incidente se produjo en 1993 cuando Luis Mateo, durante una discusión, agarró a su esposa por el cuello exigiéndole dinero y ya la estaba asfixiando cuando Ismael apareció armado con un bate de beisbol y mandó al primero al hospital durante unos días.

En cuanto a lo ocurrido el día de autos, la testigo, que no presenció los hechos, recordó que esa tarde se marchó a trabajar y que antes de salir de casa dejó al marido en el salón echando la siesta mientras que sus hijos se hallaban en sus habitaciones, en la planta de arriba, Ismael indispuesto con problemas estomacales y 'Mariví' durmiendo tras haber estado estudiando toda la noche.

El carácter impasible del acusado durante la primera jornada se vio alterado en esta segunda sesión debido a los pasajes de su vida recordados por la madre, hasta el punto de que en varias ocasiones Ismael optó por llevarse las manos a la cara para ocultar su emoción.

El joven, cuyo juicio proseguirá el lunes, se enfrenta a una posible condena de 40 años de cárcel, 20 por cada uno de los asesinatos con alevosía y la agravante de parentesco que solicita el Ministerio Fiscal. La defensa, por su parte, imputa únicamente al joven el homicidio del padre pero le considera inimputable, debido a los graves problemas psiquiátricos que le atribuye. Por ello, pide una sentencia absolutoria y el internamiento de su patrocinado por espacio no superior a cinco años para que pueda recibir el oportuno tratamiento.