La madre, la novia y la hermana del parricida de Alcalá (Sevilla) declaran que el joven obró en defensa de la familia

Actualizado: martes, 8 enero 2008 19:29

SEVILLA, 8 Ene. (EUROPA PRESS) -

La madre, la novia y la hermana del joven de 27 años, Antonio D.P., que presuntamente mató a su padre el pasado 1 de enero en Alcalá de Guadaíra (Sevilla), concretamente en un chalé de la calle Pino Marítimo, en una urbanización residencial, declararon hoy como testigos que el joven obró "en defensa de toda la familia".

Fuentes del caso indicaron a Europa Press que una vez que las familiares han prestado declaración como testigos ante el Juzgado de Instrucción número 3 de la citada localidad, el caso queda a la espera de los resultados que arrojen los informes forense y de balística.

La información confirmada es que sobre las 5.20 horas la esposa de la víctima, Gertrudis, despertó en el número tres de la calle Pino Marítimo alertada por unos ruidos tras haberse acostado en la madrugada del 31 de diciembre al 1 de enero.

Según la información que ha trascendido, poco antes de las 05.20 horas del 1 de enero el fallecido, de 57 años, salió al jardín armado con una escopeta reaccionando a las molestias que le ocasionaban las explosiones de unos petardos, llegando incluso a efectuar algunos disparos al aire. En ese momento habría intervenido en la escena el hijo del difunto, que habría reprochado a su padre esta actuación originando una disputa entre ambos. El enfrentamiento se habría saldado con una puñalada en el cuello de Antonio D.G. y con su posterior muerte por desangramiento, según la información confirmada por Europa Press.

Alertada por los ruidos, Gertrudis, esposa de la víctima, despertó de su sueño y se personó en la escena del crimen encontrando sangre desparramada por las estancias y el mobiliario, mientras su marido presentaba una herida incisa en el cuello de la que manaba abundante sangre y aún portaba la escopeta en sus manos. Pese a su estado nervioso, la mujer logró ponerse en contacto con los servicios de emergencia y la Policía Nacional y la Empresa Pública de Emergencias Sanitarias (EPES) 061 movilizaron el correspondiente dispositivo, que no logró evitar que el sujeto falleciera desangrado a consecuencia de la citada herida.

La familia en cuestión era "muy conocida" en el entorno de la calle Pino Marítimo y "nunca había protagonizado un escándalo", según los propios vecinos de la citada calle, algunos de los cuales creyeron que la vivienda en la que sucedieron los hechos había sido objeto de un robo cuando se percataron del dispositivo policial que rodeaba el chalé. Desde el domicilio de José García, uno de los vecinos más próximos al número tres de la calle Pino Marítimo, señalaban a Europa Press que se trataba de una familia "normal" y que incluso la víctima estuvo departiendo la noche anterior con toda tranquilidad con los vecinos del entorno.