Marín reactivará este mes la reforma del Reglamento del Congreso, con la esperanza de poder sellar acuerdos tras el 1-N

Actualizado: domingo, 29 octubre 2006 13:50

El uso de lenguas cooficiales, que estancó los trabajos hace un año, sigue siendo uno de los principales escollos

MADRID, 29 Oct. (EUROPA PRESS) -

El presidente del Congreso, Manuel Marín, tiene previsto reactivar a mediados de noviembre la reforma del Reglamento de la Cámara Baja, que lleva parada más de un año, por considerar que es "necesario e inaplazable" aprobar una nueva norma de funcionamiento de la Cámara, se informó a Europa Press en fuentes parlamentarias. Aunque su intención era retomar este asunto a la vuelta del verano, decidió esperar a que pasen las elecciones catalanas del próximo miércoles para aumentar el consenso y sacar por fin adelante el Reglamento.

Los miembros de la ponencia para la reforma del Reglamento se reunieron por última vez en septiembre del año pasado en el Parador de Sigüenza (Guadalajara). El objetivo era hacer un esfuerzo para llegar a un acuerdo pero se constató la imposibilidad de cerrarlo en temas tan cruciales para los nacionalistas como el uso de las lenguas cooficiales en las sesiones parlamentarias. A ese desacuerdo se unió la llegada al Congreso de la reforma del Estatuto catalán.

Sin embargo, Marín anunció el pasado mes de julio su intención de retomar los trabajos y confesó que fue el propio presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, quien le había animado a ponerse de nuevo a la tarea por considerar que esta segunda parte de la legislatura es un buen momento para sellar un acuerdo. Dado que las elecciones en Cataluña se celebran el próximo miércoles, esperará a mediados de ese mes para convocar la Comisión de Reglamento.

A LAS PUERTAS DE LAS AUTONOMIAS Y MUNICIPALES

Cuando Marín anunció en julio su intención de retomar esta reforma, los grupos parlamentarios dieron la bienvenida a la iniciativa pero no pudieron ocultar su escepticismo, dado que consideran que la cercanía de varias citas electorales --además de las elecciones catalanas del 1 de noviembre, en primavera del año próximo habrá municipales y autonómicas--, podría enquistar las diferencias.

También coincidieron en que el uso de las lenguas cooficiales es uno de los asuntos más espinosos. Desde ERC, su portavoz Joan Tardà, avisó que no rebajaría un ápice sus reivindicaciones en este sentido y que si era necesario volvería a la carga con sus intervenciones en catalán en el Pleno.

De hecho, el presidente de ERC, Josep Lluís Carod Rovira, y su secretario general, Joan Puigcercós, registraron a principios de este mes de octubre una remesa de 500 cartas en las que se reclama a Marín que permita el uso del catalán en el Congreso y deje de "rechazar" los textos que ayuntamientos, grupos municipales y particulares le remiten en esta lengua. Además, anunciaron que estaban dispuestos a acudir al Tribunal Constitucional si se hacía caso omiso a esta reivindicación.

En respuesta a las quejas de los republicanos, el presidente del Congreso reiteró de nuevo entonces su intención de reactivar "en breve" los trabajos para reformar el Reglamento y subrayó que es en ese ámbito donde se debería tomar las decisiones para regular parlamentariamente las previsiones del Estatuto catalán, así como de otras leyes de reciente aprobación.

"Esta Presidencia agradece el impulso de todos los grupos parlamentarios para la aprobación del nuevo Reglamento de la Cámara, que es ya por tantos motivos necesaria e inaplazable", señaló el presidente del Congreso.

YA ESTÁ CONSENSUADO LA MAYOR PARTE DEL REGLAMENTO

La vicepresidenta primera de la Mesa del Congreso, la socialista Carme Chacón, que hasta ahora ha liderado los trabajos de la ponencia a puerta cerrada, siempre se ha confesado "optimista" acerca de la posibilidad de alcanzar por fin un acuerdo, habida cuenta de que ya hay consensos en la parte más compleja relativa al control al Gobierno y a las comisiones de investigación.

Conscientes de que el uso de las lenguas ha sido el tema que estancó la reforma hace un año, en la mesa del Congreso confían en que, tras los comicios catalanes, haya una mejor disposición para abordar la cuestión más tranquilamente y culminar una reforma reglamentaria que está pendiente desde hace más de una década y que se desea aplicar en la próxima legislatura.