Martínez Camino matiza que no se puede dar ninguna "medida de gracia" a ETA hasta que "haya renunciado al terror"

Actualizado: sábado, 25 noviembre 2006 17:07

Asegura que "lo lógico" es respaldar a las víctimas, ya que ellas son "las castigadas directamente sin razón ninguna" por el terrorismo

Afirma que quien trata a los terroristas como "interlocutores políticos" se convierte en "cómplice" de sus pecados

MADRID, 25 Nov. (EUROPA PRESS) -

El portavoz de la Conferencia Episcopal, Juan Antonio Martínez Camino, quiso puntualizar hoy lo que adelantó ayer de la Instrucción Pastoral firmada por los obispos y afirmó que no se puede dar ninguna "medida de gracia" a los integrantes de la banda terrorista ETA hasta que no "haya renunciado al terror", aunque matizó que en ningún caso podría hablarse de una "amnistía general" para los presos de ETA.

En declaraciones a la COPE recogidas por Europa Press, Martínez Camino se quejó de que algunos medios malinterpretaron su intervención en la rueda de prensa de ayer. "Cada uno lee según la perspectiva que quiere", indicó. Por este motivo, puntualizó que las "medidas de indulgencia" a las que alude la Instrucción Pastoral sólo tendrían sentido después de que ETA abandonase la violencia y dependerían de "cada persona" y de "cada caso".

Respecto a la manifestación de esta tarde convocada por la Asociación de Víctimas del Terrorismo (AVT), el portavoz de la Conferencia Episcopal afirmó que el terrorismo "no puede ser justificado de ninguna manera" y aseguró que "lo lógico" es respaldar a las víctimas, ya que ellas son "las castigadas directamente sin razón ninguna" por el terrorismo.

"El terrorismo es intrínsicamente perverso, y no sólo vulnera el derecho a la vida y la libertad, sino que es la muestra de la muestra de la más dura intolerancia y totalitarismo. Que un fenómeno de éstos pueda ser justificado de alguna manera es incomprensible y que los que sufren ese fenómeno necesitan el apoyo, necesitan el cariño y necesitan que se haga justicia", afirmó.

En este sentido, afirmó que las "instituciones del Estado" deben "hacer justicia". Para Martínez Camino, el terrorismo "pretende hacer pasar el crimen como un instrumento de justicia, trata de hacer pasar lo malo por bueno" y eso es "una estructura de pecado".

"COMPLICES" DE LA BANDA TERRORISTA

"Lo que no se puede es tratar a estas personas, a estas organizaciones como interlocutores políticos, porque entonces los estamos indirectamente legitimando. Quien actuara así se convertiría de alguna manera en cómplice de esta estructura de pecado", advirtió.

Por otro lado, el portavoz de la Conferencia Episcopal apuntó que la Instrucción Pastoral hace referencia también a la violencia de género y señaló que en los últimos tiempos existe no sólo un aumento de la violencia hacia las mujeres, sino también en las escuelas y "un llamativo aumento de la violencia entre los menores" que, a su juicio, "no se evita sólo con leyes".

"Cuando estos fenómenos (la violencia en general, tanto la terrorista como la de género) aumentan es que hay un problema de fondo", dijo Martínez Camino, que señaló como posible respuesta al aumento de la violencia "la educación moral".

LA UNIDAD DE ESPAÑA, "UN BIEN"

Respecto a la mención que aparecía en la Instrucción Pastoral sobre la unidad de España, Martínez Camino afirmó que "hay nacionalismos separatistas, independentistas y otros que no lo son". Así, indicó que "la unidad de España es un bien" y "no se puede poner en peligro", aunque matizó que "existen mucha fórmulas que son posibles" para gestionar ese bien, y ahí la Iglesia no entra.

En esta misma línea, aseguró que la constitución de 1978 es "un bien" que "representa la voluntad de reconciliación" con la que fue escrito, y en ese sentido, debe ser respetada, aunque indicó que "esto no quiere decir que si hay que cambiar la constitución, pues, habrá que cambiarla", pero "sin abrir heridas".

Por último, indicó que existe "una fuerte oleada de laicismo" que "pone bajo sospecha a los creyentes" por la simple razón de serlos y apuntó que "el Estado debe ser neutro y no antirreligioso".