Más de la mitad de los jóvenes y adolescentes ha compartido información personal por internet con desconocidos

Actualizado: miércoles, 22 julio 2009 16:15

MADRID, 22 Jul. (EUROPA PRESS) -

Más de la mitad de los jóvenes españoles de entre 15 y 25 años de edad han compartido por internet información personal, como datos o fotografías, con personas que no conocían físicamente, aunque menos del 30 por ciento ha llegado a citarse con desconocidos utilizando esta vía, según un estudio dirigido por la profesora de la Universidad Rey Juan Carlos Ángeles Rubio y editado por el Instituto de la Juventud (Injuve).

El informe recoge los resultados de una encuesta entre jóvenes y adolescentes internautas según la cual el 47,8 por ciento nunca ha enviado datos personales o imágenes a personas que no conocía en persona. Sin embargo, un 10,7% de los entrevistados dijo hacerlo "regularmente" y un 12,3%, compartía "siempre" esta información con desconocidos.

Para el director del Injuve, Gabriel Alconchel, esto no significa que los usuarios de entre 15 y 25 años no tengan conciencia de los peligros de la red porque, según apuntó, "son más sensibles" y "conscientes de los riesgos y peligros que entraña la red" e incluso "son más precavidos" que los usuarios de "otros tramos de edad".

En este sentido, el informe explica que "lo que sí les preocupa a los jóvenes entrevistados es la protección de la seguridad y de su intimidad y en menor medida, la obtención y tráfico de sus datos personales, una conducta de riesgo en la que sin embargo, parecen incurrir a menudo".

En cuanto a la percepción de los peligros que puede entrañar el uso de internet, los internautas encuestados señalaron como principales riesgos las adicciones (46,9%), el aislamiento social (39,8%) y el ser víctimas de delitos o fraudes (39,8%). El peligro de la pornografía pederasta se situó en un cuarto lugar con un 39,5%, seguido de los problemas de virus informáticos (38,1%) y el contacto con desconocidos (38,1%).

Rubio incidió en que "sólo un 20%" percibe como un peligro que Internet se utilice para practicar acoso escolar o 'bulling' y publicar comentarios denigrantes sobre otras personas, aunque explicó que, en términos generales, el hecho de que existan todos estos contenidos en la red genera en los jóvenes y adolescentes "gran rechazo y salvaguarda".

"Frente a las teorías apocalípticas, la juventud usa internet como una ventana al mundo adulto pero también para tener el suyo propio", apuntó la directora del estudio, para incidir en que para los jóvenes, son más las oportunidades que los riesgos que entraña la red, un "medio amigo" que utilizan sobre todo para comunicarse, descargar contenidos y formarse/informarse.

COMUNICARSE, FORMARSE Y ENCONTRAR EMPLEO

Así, en cuanto a la comunicación, el informe refleja que un 62 por ciento de los jóvenes y adolescentes utiliza el correo electrónico y la mensajería instantánea mientras que el 32% se sirve de las redes sociales. Sobre las descargas, en un 51% de los casos se trata de música, mientras que le 27% de los encuestados se bajaba programas y el 25% contenidos relacionados con el deporte.

Otra de las utilidades más frecuentes de internet a estas edades es, conforme la encuesta, la formación, ya que un 67,3 por ciento de la muestra dijo servirse de la red para aprender en general. Sobre este asunto, Alconchel destacó que seis de cada diez jóvenes utiliza internet para leer, lo que en su opinión significa que el hábito de lectura no está desapareciendo, sino que se está reinventando.

Por este motivo, Rubio incidió en la importancia de la selección de contenidos y de que éstos se ajusten a la realidad ya que "en la medida en que internet suponga desarrollar el hambre de conocimiento de los jóvenes será un logro, pero si no desarrolla también el juicio crítico, se acabará convirtiendo en la caverna del mito de Platón".

Además de la comunicación y la formación, la directora del estudio destacó la búsqueda de empleo y la creación del mismo como la tercera gran función de internet a ojos de los jóvenes y adolescentes encuestados, quienes reconocieron que, además de utilizar los motores de búsqueda de trabajo, se servían de las redes sociales para mejorar su "capital social".