Moratinos dice que la cooperación en materia de agua puede facilitar la paz en Oriente Próximo

Un ex ministro jordano propone crear en la región una "comunidad" del agua y la energía como en su día Europa creó la CECA

ZARAGOZA, 9 Sep. (EUROPA PRESS) -

El ministro de Asuntos Exteriores y de Cooperación, Miguel Ángel Moratinos, manifestó hoy en Zaragoza que la Unión por el Mediterráneo apuesta "con ilusión y optimismo" por proyectos e iniciativas que favorezcan la cooperación regional en Oriente Próximo y garanticen el suministro de agua como forma de facilitar "un acuerdo definitivo de paz", ya sea entre Siria e Israel, "donde el agua es protagonista", o entre palestinos e israelíes.

Moratinos se pronunció así en declaraciones a los medios de comunicación tras clausurar la conferencia 'Agua en Oriente Medio: ¿Conflicto o separación?', en el Pabellón de España de la Expo, a la que asistieron los ex ministros de Asuntos Exteriores israelí, Shlomo Ben-Ami; palestino, Nabil Shaath; y alemán, Joschka Fischer, así como el ex ministro para Agua e Irrigación de Jordania, Munther Haddadin.

La conferencia se enmarcó dentro de un seminario organizado en Madrid y Zaragoza por el Centro Internacional de Toledo para la Paz (CITpax) --del que Shlomo Ben-Ami y Nabil Shaath son vicepresidentes-- y la Sociedad Estatal para Exposiciones Internacionales, dentro de la Programación de Eventos y Encuentros Paralelos de la Tribuna del Agua de la Exposición Internacional Zaragoza 2008 'Agua y desarrollo sostenible'.

Moratinos comentó que Oriente Próximo es "una región fundamental para la estabilidad y la paz en el mundo" y allí "el agua ha impedido algunos acuerdos entre los distintos interlocutores". Por eso, tanto él como otros participantes en la conferencia de hoy abogaron por trasladar a Oriente Próximo el modelo de cooperación europeo creado tras la Segunda Guerra Mundial que contribuyó a superar las guerras que anteriormente había en el continente.

Concretamente, el ex ministro jordano Haddadin propuso emular la Comunidad Europea del Carbón y el Acero (CECA) que se creó entre Alemania y Francia tras la Segunda Guerra Mundial y que fue el germen de la actual Unión Europea, creando en Oriente Próximo una comunidad del agua y la energía, que integre tanto a los Estados ricos de la zona como a los pobres en estos dos recursos.

Asimismo, abogó por iniciar los pasos hacia un mercado común regional, "parecido al mercado de la Unión Europea" y opinó que la cooperación de esta región del mundo con la Unión Europea también contribuiría a este objetivo, algo que "debe ser una prioridad en la cooperación mediterránea" de la UE, dijo.

ELEMENTO DE UNIÓN

Moratinos se preguntó "por qué no empezar en Oriente Medio poniendo en común las dos grandes áreas de producción que tienen en la región, que es el agua, los que la tienen, y la energía, y compartir lógicamente agua y energía como elemento de unión, de compromiso y cooperación para establecer un marco de paz y de desarrollo en toda la zona".

El ministro español abogó también por facilitar los avances tecnológicos en materia de agua para dar respuesta a las necesidades que los ciudadanos de Oriente Próximo tienen respecto a este recurso, algo que, además, podría contribuir positivamente a las negociaciones de paz.

Fischer se mostró esperanzado y argumentó que igual que en el siglo pasado Europa fue una región en conflicto y un continente "muy dividido", situación que se ha superado, y es "factible" que ocurra lo mismo en Oriente Próximo, donde es "clave" que haya una resolución política del conflicto, pero donde también se puede trabajar para generar desarrollo económico y empleo como forma de "detener la radicalización de los jóvenes" de la zona.

Además, defendió el incremento de las relaciones comerciales dentro de esa región, puesto que dijo que son "muy reducidas". En esta línea, explicó que la integración a través de la generación de intereses comunes fue el principio de la Unión Europea después de dos guerras mundiales.

Esos intereses comunes se articularon a través dos bienes como el carbón y el acero, "estratégicos para Alemania y Francia", por los que competían, pero que se convirtieron en ocasión de "unión" en vez de lucha.

En el caso de Oriente Próximo, opinó que el agua y la energía, así como el comercio, podrían actuar como "herramienta para hacer funcionar el motor de la integración económica" y estimó que la Unión por el Mediterráneo podría servir para lanzar iniciativas en esta línea.

Además, Joschka Fischer advirtió de que las consecuencias del cambio climático en Oriente Próximo "van a ser serias" y por eso "juntos van a tener que enfrentarse a una serie de desafíos".

DESARROLLO TECNOLÓGICO

Por su parte, Ben-Ami estimó que el modelo europeo forjado tras la Segunda Guerra Mundial es "interesante" y comentó que la escasez de agua lleva al desarrollo de tecnologías que contribuyan a paliarla, y "juntos israelíes y palestinos podríamos avanzar mucho en nuevas tecnologías, teniendo en mente las soluciones políticas".

En esta línea, Nabil Shaath señaló que "el conflicto no es la solución", y pidió apoyo europeo para el desarrollo de proyectos conjuntos en materia de agua, como la desalación, la construcción de canales para transportar el agua, y el fomento de la reutilización. En relación con esta última recordó que ya hay compromisos para el tratamiento de aguas residuales.

Nabil Shaath alertó de que "el agua escasea ya mucho en nuestra tierra" y "sin agua será muy difícil hacer dos Estados, crear crecimiento y desarrollo". Asimismo, puso de manifiesto las especiales dificultades que atraviesa el territorio de Gaza, donde "la mayoría del agua es salada" y tiene "nitratos letales", lo que impide su uso para el consumo humano o la agricultura.

Finalmente, se mostró esperanzado en lograr una paz verdadera y estimó que poner fin al conflicto es "indispensable" para la cooperación.