MADRID, 25 May. (EUROPA PRESS) -
El ministro de Asuntos Exteriores y de Cooperación, Miguel Angel Moratinos, ha afirmado hoy que se encuentra "en buena forma" ejerciendo como jefe de la diplomacia española y ha asegurado que "en absoluto" envidia a otros compañeros socialistas que dejaron sus cargos de ministro como Pedro Solbes, Mariano Fernández Bermejo o Jordi Sevilla.
En una conferencia organizada por ABC, afirmó que supone un "gran honor" para él representar a España en estos "tiempos interesantes" y aseguró que se encuentra "muy a gusto" como ministro, a pesar de que lleva encima "muchas horas de vuelo".
No obstante, y antes de que le preguntaran por su continuidad en el cargo, él mismo no dio por hecho su permanencia como jefe de la diplomacia cuando señaló que participaría de aquí a finales de año en una reunión en Madrid del Foro de Diálogo de Gibraltar y seguidamente añadió: "bueno, siempre que siga como ministro, lógicamente".
Moratinos centró su intervención inicial en el foro ABC haciendo balance de la presidencia española de la UE. Se mostró convencido de que este semestre arrojará resultados "satisfactorios" y dejará un "legado de europtimismo".
Restó importancia a las cancelaciones de las cumbres entre la UE-EEUU y la de la Unión por el Mediterráneo durante el semestre español y subrayó que más allá de la presencia de Barack Obama en España, se firmará en Madrid entre el ministro de Fomento, José Blanco, y el secretario norteamericano de Transportes "un gran acuerdo de cielos abiertos".
Confió además en que antes del 30 de junio, cuando terminará el semestre de presidencia española, se concluya el acuerdo entre la UE y Estados Unidos sobre la transferencia de datos bancarios para luchar contra la financiación del terrorismo, un convenio que la Eurocámara tumbó en febrero pasado porque exigía más garantías a la privacidad de los ciudadanos.
También esperó que al final de la presidencia se apruebe definitivamente el servicio europeo de acción exterior, que contará con 5.000 agentes en el mundo que aumentarán la capacidad de influencia de la UE hablando con "una sola voz".
Y subrayó que la apuesta que hizo el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, por un verdadero gobierno económico en la UE se ha demostrado acertada, al tiempo que consideró que no se ha valorado justamente la participación de España en el G-20, que se ha erigido como el foro económico mundial. Añadió que España está en la "vía definitiva de consolidar" su presencia en este organismo, del que no es miembro de pleno derecho.
Se mostró satisfecho también de la "lealtad institucional" con la que ha actuado la presidencia española, que habrá dejado en junio las nuevas instituciones que introdujo el Tratado de Lisboa "en funcionamiento".
Preguntado por el programa nuclear iraní, indicó que "todo parece indicar", salvo que haya una respuesta "más clara y firme y constructiva" de Teherán, que a primeros de junio los cinco miembros permanentes del Consejo de Seguridad de la ONU presentarán una propuesta de resolución con nuevas medidas diplomáticas contra Irán. Y la UE, si Irán no responde a la oferta de diálogo serio que le ha ofrecido la jefa de la diplomacia europea, Catherine Ashton, "tendrá que seguir la línea general de la comunidad internacional" de establecer nuevas sanciones.
Sobre cómo podrían afectar los ajustes de gasto para controlar el déficit a la estructura de su departamento, afirmó no haber hecho aún una "reflexión" sobre la posible reducción en el número de las secretarías de Estado en su departamento y señaló que esperará a que termine la presidencia española de la UE para tomar una decisión.
