El Museo del Prado recupera 'El Trazo Oculto', el dibujo subyacente de obras importantes del XV y XVI

Actualizado: sábado, 2 septiembre 2006 17:36

La reflectografía infrarroja permite descubrir las "sorpresas" que esconden los dibujos previos a la obra acabada

MADRID, 2 Sep. (EUROPA PRESS) -

El director adjunto de Conservación del Museo del Prado y comisario de la exposición 'El Trazo Oculto', Gabriel Finaldi, adelantó hoy las claves de una de las exposiciones colectivas más esperadas, centrada en los siglos XV y XVI, donde se recuperan 17 "dibujos ocultos subyacentes" de artistas tan importantes como Boticelli, Rafael o el propio Memling, del cual "no se conoce ningún dibujo suyo en papel ni pergamino".

En declaraciones a Europa Press, el comisario explicó que "los pintores cuando preparan una obra lo que suelen hacer con anterioridad es un dibujo en la misma tabla, y después cuando lo pintan, se cubre este dibujo inicial y no se ve".

"Ahí es donde vemos realmente cómo trabajan con la tinta por ejemplo, o con el pincel y tinta, o con el carboncillo, y podemos ver cómo iban preparando estas tablas antes de la fase de pintura", explicó. Incluso en algunos casos, subrayó, "el dibujo subyacente es más bello y más atractivo que el cuadro terminado".

En la actualidad, y gracias a la tecnología de la 'reflectología infrarroja', es posible "penetrar en estas capas de pintura", y así descubrir "algunas sorpresas" ocultas bajo las capas de pintura, aclaró.

"LIBERTAD" DEL ARTISTA

En este sentido, Finaldi apuntó que uno de los grandes valores de esta exposición es la libertad de los artistas en estos dibujos preparatorios. "Como el autor sabía que el dibujo no iba a estar a la vista, se permite mucha libertad", apuntó.

De este modo comentó que se pueden observar "cambios de idea, de composición e incluso en la iconografía, es decir, que los símbolos de los santos o del mismo Cristo, se cambian en la fase de dibujo, cosa que nunca se podría haber sabido, si no fuera por la reflectografía infrarroja".

Por otra parte, y a pesar de que se trata de un periodo artístico "en el que fundamentalmente hay pintura religiosa", donde "los dibujos son muy bellos", la exposición también incluye "alguna pieza de carácter décimo seglar, como por ejemplo, la magnífica escena de Nastagio de Leonesti, de Boticelli", incidió.

Finalmente, insistió en que esta exposición, permite, tanto al público como a los especialistas, "entrar dentro de la mente creativa del artista", es decir, "entrar en este mundo íntimo y privado de la creación".

Esta exposición, que permanecerá abierta hasta el próximo 5 de noviembre, es tanto "para los niños, los mayores, para los especialistas y los no especialistas", porque concluyó "hay cosas bellas para ver y hay mucho para disfrutar y aprender".