El obispo Uriarte dice que no corresponde a las víctimas tener un peso decisivo en la política pacificadora

Actualizado: martes, 8 mayo 2012 23:17

Defiende el diálogo como herramienta para iniciar la reconciliación y la necesidad de que el agresor pida perdón

SAN SEBASTIAN, 8 May. (EUROPA PRESS) -

El obispo emérito de San Sebastián, Juan María Uriarte, ha afirmado que hay que dar a "todos los tipos" de víctimas "servicios de recuperación física y psicológica, y en su caso compensación económica", así como escuchar sus reivindicaciones, pero "no les corresponde tener un peso decisivo en la política pacificadora, ni en las determinaciones de la judicatura, ni deben de inhibir con presiones indebidas movimientos del Gobierno que puedan favorecer la reconciliación".

Uriarte ha pronunciado en San Sebastián la charla 'Espiritualidad de la reconciliación en la coyuntura actual', organizada por Centro Loyola de los Jesuitas y articulada en siete puntos, tras lo cual ha respondido a preguntas de los asistentes.

El obispo emérito se ha referido a las víctimas del conflicto a las que hay que "restaurar", pero sin caer en un concepto "excluyente" de este colectivo, ni convertirlo en un "magma indiferenciado".

A su juicio, "todas" las víctimas merecen nuestra atención pero "con un tratamiento diferenciada", según su "condición". "Reparar a una víctima es sanarla en la medida en que sea posible y lo necesite", ha afirmado.

Uriarte ha indicado que a las víctimas les corresponde "en justicia los servicios de recuperación física y psicológica, y en su caso la compensación económica. La sociedad está moralmente obligada a estas prestaciones y la autoridad debe arbitrarlas".

Además, ha considerado que "tienen derecho a ser escuchadas en sus reivindicaciones", pero "no les corresponde a ningún tipo de víctimas tener un peso decisivo en la política pacificadora, ni en las determinaciones de la judicatura, ni deben de inhibir con presiones indebidas movimientos del Gobierno que puedan favorecer la reconciliación".

También ha destacado que el Ejecutivo central se encuentra en estos momentos con "dificultades" y tiene que hacer "una ciaboga amplia" al respecto, mientras que ha recordado la "buena noticia aunque insuficiente" que ha supuesto la declaración por parte de ETA del cese definitivo de la actividad armada.

En lo que respecta a la situación en Euskadi, ha reflexionado, como "engrasador" del proceso, sobre la necesidad de que tanto el Gobierno central, como la banda terrorista, reciban "mensajes" por parte de otras instancias para superar "el dilema" actual.

Uriarte ha considerado que una víctima "reconciliada" puede suscitar movimientos de reconciliación en otras víctimas y puede también ayudar a "recuperar la humanidad perdida a su agresor". De este modo, ha defendido la creación en las diócesis de un "modesto servicio que ayudara en la reconciliación".

En cuanto a la reconciliación, procesos que suelen ser "largos y tortuosos", ha apuntado que sus objetivos son "romper el círculo maléfico de la espiral de la violencia", el facilitar la autocrítica del agresor, su acercamiento a las víctimas y su reinserción social, y reconstruir el tejido de las relaciones personales, grupales e institucionales.

"PASOS IMPORTANTES"

Uriarte ha defendido que el agresor debe pedir perdón, "difícil pero liberador y saludable para la sociedad" y reconocer la "injusticia cometida". Además, ha destacado que actualmente faltan "pasos importantes" hacia la reconciliación, que debe completar y consolidar la Paz.

El obispo emérito ha apuntado al diálogo "paciente y flexible en lo negociable" y "firme en lo innegociable" como instrumento para iniciar la reconciliación una vez finalizada la fuerza violenta, al tiempo que ha abogado por "purificar" el concepto de ésta, ya que permite el respeto entre la sociedad y "evitar" el olvido de las víctimas, con una "memoria crítica", y que los hechos acontecidos vuelvan a repetirse.

A su juicio, para "reparar" el pasado hay que "desvelar los hechos, todos los hechos lamentables, los que lo son no solo para nosotros, sino también para los otros", porque existe "más de una lectura" de lo acontecido, y hacerlo desde una perspectiva "ética". "Una mirada decisivamente necesaria para la reconciliación", ha añadido.

En cuanto a la edificación del presente, ha indicado que pasa por el cese definitivo de la violencia terrorista de ETA, una política penitenciaria "más justa y humana", mientras que la preparación del futuro conlleva "adoptar medidas que blinden este 'nunca más'".

En este contexto, ha apostado por una metodología pacífica y dinámica para abordar las "distintas problemáticas" como los presos de ETA o las víctimas de la banda terrorista, por la aceptación de "los otros como semejantes" y por "reconocer a los otros como legítimamente diferentes". Finalmente, ha invitado a orar por la reconciliación.