O.Próximo- Moratinos aboga por una nueva conferencia internacional sobre Oriente Próximo que fije las "reglas del juego"

Actualizado: miércoles, 10 enero 2007 21:41

Reitera la centralidad del conflicto palestino-israelí y defiende la necesidad de que Israel y Siria reanuden las negociaciones

MADRID, 10 Ene. (EUROPA PRESS) -

El ministro de Asuntos Exteriores y Cooperación, Miguel Angel Moratinos, defendió hoy la celebración de una nueva Conferencia Internacional sobre Oriente Próximo que siente "nuevas reglas de juego aceptadas por los diversos actores implicados", así como la necesidad de que el Cuarteto reactive sus esfuerzos para resolver los conflictos que hay en la región, en su mensaje a los asistentes a la conferencia que se celebra mañana en Madrid para conmemorar la Conferencia Internacional de 1991.

En su discurso durante la cena celebrada en el Ministerio de Asuntos Exteriores, el jefe de la Diplomacia española afirmó que actualmente se pueden "identificar tres círculos concéntricos, distintos pero interconectados" en la región que requieren "un enfoque diferenciado pero sin perder de vista la relación de alimentación mutua existente entre ellos".

El primero de estos conflictos, afirmó, es el palestino-israelí que, para el ministro de Exteriores, tiene "un carácter central". Según Moratinos, hasta ahora han fracasado los enfoques "gradualistas, sin una perspectiva política clara" y la "imposición apresurada y desde fuera de una solución total sin consensuarla con las partes".

"La comunidad internacional tiene que estar presente de manera activa, facilitando la creación de confianza entre las partes, apoyando y acompañando las negociaciones", señaló el ministro, advirtiendo de que "la comunidad internacional debe intervenir, pero nunca imponer".

Moratinos, que consideró "inaceptable que millones de ciudadanos palestinos vivan en condiciones económicas y sociales impropias del tiempo que vivimos", dijo que en este "círculo", "el objetivo sigue siendo el mismo, proceder sin demora a la negociación de paz entre israelíes y palestinos en la que se aborden las cuestiones del estatuto final y la solución de los dos Estados".

El segundo círculo, según el jefe de la Diplomacia, lo representa "el contencioso israelo-libanés", del que, afirmó, "no puede ignorarse su dimensión siria". En este caso, señaló el ministro, "también la historia del proceso de paz nos enseña que no puede haber solución militar ni unilateral a ninguno de los problemas de la región".

Asimismo, añadió, "si se hace abstracción de la variable siria, cualquier intento de normalizar las relaciones entre Israel y Líbano o de asegurar la plena independencia y soberanía de este último se enfrenta con obstáculos difícilmente superables". Por ello, aseveró, "resulta imperativo que se reanuden las negociaciones entre Israel y Siria para conseguir una auténtica paz en Oriente Próximo".

Por último, el tercer círculo lo representan Irak e Irán. Según Moratinos, "la estabilización definitiva de Irak y el anclaje regional e internacional de Irán dentro de un esquema de cooperación y responsabilidad compartida" son necesarios para "alcanzar una solución duradera a los problemas de Oriente Próximo".

SOLUCION REGIONAL Y NUEVA CONFERENCIA

Ante la interacción de estos tres círculos, afirmó el ministro, es necesaria "una solución de alcance regional en su acepción amplia y que cuente, a la vez, con el firme apoyo de la comunidad internacional". A este respecto, consideró que "el Cuarteto debe reactivar sus esfuerzos con el objetivo de poner en marcha un proceso político y diplomático en profundidad que aporte una perspectiva política clara para la superación definitiva de la conflictividad en los dos primeros círculos".

Pero, agregó, "los logros que puedan alcanzarse en esos dos círculos sólo se consolidarán si se integran en un proyecto más ambicioso, desde un punto de vista tanto geográfico como político, en una nueva Conferencia internacional para el Próximo y el Medio Oriente". Dicha conferencia, deberá ser "capaz de establecer unas nuevas reglas del juego aceptadas por los diversos actores implicados y de desarrollar esferas de cooperación y convergencia en los ámbitos fundamentales de la seguridad, el desarrollo económico y el diálogo entre visiones del mundo distintas, pero no necesariamente incompatibles".

Moratinos se mostró convencido de que la celebración de esta nueva conferencia será recibida con "escepticismo" desde diversos sectores, pero dijo que sus "no pocos años en contacto con esta zona del mundo me han ido convenciendo de la necesidad de un ejercicio responsable de multilateralismo eficaz".

ESPERANZAS Y FRUSTRACIONES

En su mensaje ante los asistentes a la conferencia, dijo haber colaborado con algunos de ellos "en la difícil tarea" de orientar los destinos de la región "hacia un futuro de paz y prosperidad en el seno de la comunidad internacional" y compartido con ellos muchos esfuerzos y esperanzas pero también, admitió, "más de una frustración".

Moratinos destacó que hace quince años "el nombre de Madrid quedó indisociablemente unido a la historia de la paz en Oriente Próximo" y aprovechó para agradecer al ex presidente del Gobierno Felipe González, que participará en la Conferencia 'Madrid+15' de mañana y pasado, que "hizo cuanto estuvo en su mano para el mejor éxito de aquella empresa". También dedicó palabras de elogio a los ex presidentes de Estados Unidos George Bush y de la URSS Mijail Gorbachov, copatrocinadores de aquella Conferencia.

"Madrid supuso un brillante ejercicio de ingeniería diplomática", opinó el titular de Exteriores, ya que "se logró una síntesis entre los dos posibles enfoques, tradicionalmente enfrentados, el rigurosamente multilateral, bajo la sola égida de Naciones Unidas, y el estrictamente bilateral entre Israel y cada uno de los vecinos con los que mantenía contenciosos territoriales".

Esto "hizo en su momento concebir esperanzas de una solución razonablemente rápida del problema" pero "esas esperanzas no fraguaron", lamentó. No obstante, después vinieron "iniciativas paralelas surgidas de su contexto y de su espíritu" que permitieron salir del "bloqueo". Una de estas iniciativas, la de Suecia, Noruega y Dinamarca, recordó, "hizo posible el entramado de los Acuerdos de Oslo y sus desarrollos posteriores".

Dichos acuerdos, declaró el ministro, "llevaron a pensar en su momento que (el conflicto palestino-israelí) había entrado en una fase irreversible". De hecho, admitió que muchos de los asistentes a la cena, incluido él, pensaron que "no cabía ya marcha atrás en el camino". Pero, agregó, "ahora sabemos que aquel optimismo era excesivo".

Pero aunque con Oslo y los acuerdos subsiguientes, incluida la 'Hoja de ruta', se abandonó el "anterior enfoque global" centrándose sólo en la cuestión palestina del conflicto regional, el proceso abierto por Oslo permitió, según Moratinos, "identificar en profundidad todos los factores del conflicto y los términos de su posible solución".

Además, ha permitido la creación de "una estructura muy realista de presencia de la comunidad internacional", el llamado Cuarteto --Estados Unidos, Rusia, Unión Europea y ONU--, "que juega y ha de seguir jugando un papel de suma importancia en las nuevas circunstancias en que ahora nos encontramos".

Por otra parte, denunció que "en los últimos años la situación en la región se ha deteriorado de manera extraordinaria" y que es una zona en la que "están presentes, reforzándose con frecuencia unas a otras, las cinco grandes amenazas identificadas" para el siglo XXI: "conflictos regionales, terrorismo, proliferación de armas de destrucción masiva, Estados en descomposición y delincuencia organizada".

En este sentido, consideró "extraordinariamente preocupante la posibilidad, que no puede excluirse, de un cruce entre ese terrorismo supranacional de nuevo cuño --del que el 11-S es su más brutal expresión-- y el fácil acceso a las armas de destrucción masiva que permite la más moderna tecnología".