BARCELONA, 1 Nov. (EUROPA PRESS) -
El portavoz de CiU en el Parlament, Oriol Pujol (CDC), opinó hoy que el presidente de la Generalitat, José Montilla, está cuestionando el tripartito al reunirse con el líder de UDC, Josep Antoni Duran, y auguró que Montilla no defenderá esta fórmula cuando lleguen las próximas elecciones.
"Ahora dice lo que dice, pero no tendrá el coraje de plantarse en unas elecciones enarbolando la bandera de 'Viva el tripartito", argumentó Pujol en una entrevista de Europa Press, y señaló que los socialistas "no tardarán mucho en volver a la ambigüedad". De hecho, apuntó que ya lo están haciendo con esta reunión que mantendrán con UDC el 14 de noviembre.
Según él, este encuentro pone de manifiesto que el "gran artífice del tripartito puede estar cuestionándolo", aunque la intención del PSC no sea otra que debilitar a CiU con estos "cantos de sirena".
"Pero otra cosa es que nosotros seamos tan burros como para caer; y no lo somos, ni CDC, ni UDC, ni CiU", aseguró.
MONTILLA JUEGA A LA AMBIGÜEDAD
A su juicio, Montilla juega siempre a la ambigüedad, configurando primero el tripartito pero siempre desmarcándose de él, de forma que la alianza no sea marca electoral y ERC e ICV-EUiA queden "absolutamente sumergidas".
Pese a la apuesta explícita de Duran por la 'sociovergencia', Pujol se mostró convencido de que la federación sabe que "no tiene más remedio que hacer entender a la gente que, en la medida que el tripartito continúe sumando, se continuará configurando". "Lo demás es política ficción", remarcó.
"Duran habla de lo que sea, como yo a nivel particular puedo hablar de lo que sea", insistió el portavoz parlamentario de CiU, que defendió como única opción que la federación tenga suficiente fuerza en las próximas elecciones.
Dijo no contemplar la 'sociovergencia', porque "ahora mismo no es ni siquiera una posibilidad, sino política ficción". En su opinión, tanto este frente como el que podrían formar CiU y ERC "no son una realidad materializable a corto plazo".
Y es que Pujol subrayó que, pese a los "cantos de sirena y los juegos fotográficos que hace Montilla", el presidente de la Generalitat "encarna" lo que es el tripartito, pues es la "semilla inicial, y nada hace pensar que eso tenga que cambiar".
El único escenario que el portavoz parlamentario de CiU prevé es el de lograr que el tripartito no sume y que a CiU se le abran diferentes posibilidades para liderar el país.
TURBULENCIAS EN EL TRIPARTITO
El portavoz de CiU en el Parlament auguró "turbulencias serias" en el Govern si el PSC acepta un mal acuerdo de financiación para Cataluña, y celebró que ERC e ICV-EUiA hayan actuado en la misma línea que la federación al presentar enmienda a la totalidad de los Presupuestos Generales del Estado (PGE).
"Tengo que presuponer que continuarán aplicando el criterio que han aplicado de momento en relación a la enmienda", argumentó. Indicó que, si se acepta un mal acuerdo, ERC tendrá que analizar por qué Montilla acepta unas tesis que los republicanos creen insuficientes.
Respecto a los PGE, Pujol vio "muy difícil" que CiU se pueda abstener hoy por hoy, pues los tres supuestos que justifican la enmienda a la totalidad de la federación continúan siendo vigentes, como son la ausencia de modelo de financiación, el cumplimiento de la disposición adicional tercera y medidas anticrisis.
Remarcó que esta es una posición compartida en el seno de la federación, y descartó que CiU pueda no votar en contra de los PGE si se incumple alguna de las tres condiciones. "La enmienda a la totalidad se presenta por estos tres principios sumados y no es precisamente un militante de CDC quien la defendió", alegó, en referencia a Duran.
NUEVA PROPUESTA DEL GOBIERNO
En cuanto a la nueva propuesta de financiación que el Gobierno pondrá encima de la mesa a finales de noviembre, Pujol no confió en que pueda ser mejor que la que ya presentó en verano, y vio "bastante difícil" que haya modelo antes de que acabe el año.
Pujol dijo no confiar en la capacidad negociadora de Montilla y del PSC, asegurando que tienen "las manos atadas" frente al PSOE, y advirtió de que CiU no dará por bueno un mal acuerdo.
Sin querer aventurarse a decir que el modelo no será satisfactorio para Cataluña, sí remarcó que "todo hace pensar que se están preparando para que cualquier cosa que aparezca sobre la mesa parezca buena".
