BRUSELAS, 16 Abr. (EUROPA PRESS) -
España aportará seis millones de euros al año durante 20 años para contribuir a financiar el Sistema de Vigilancia Terrestre (AGS) que la OTAN quiere poner en marcha entre 2015 y 2017 para poder vigilar lo que ocurre sobre el terreno a partir de los cinco aviones no tripulados que se han comprometido a adquirir de manera conjunta otros 13 aliados entre los que no figura España, según han informado fuentes de la OTAN.
El sistema tiene un coste estimado de más de 3.000 millones de euros, según estimaciones de la OTAN.
Los cinco aviones no tripulados de tipo 'Global Hawk Block 40' que Estados Unidos, Alemania, Italia, Luxemburgo, Bulgaria, Rumanía, República Checa, Estonia, Letonia, Lituania, Eslovenia, Eslovaquia y Noruega han acordado adquirir de forma conjunta para el sistema, así como sus correspondientes centros terrestres de mando y control, costarían "más de 1.000 millones de euros" que aportarían estos países.
Por su parte, el funcionamiento y mantenimiento del sistema durante los próximos 20 años requerirían "más de 2.000 millones de euros" de financiación común, según las mismas fuentes. Esta partida común, en la que se enmarca la contribución española al sistema, también incluiría la financiación de la infraestructura necesaria para garantizar la interoperabilidad del sistema, las comunicaciones por satélite y la formación de analistas de imágenes y pilotos de aviones no tripulados para operar el sistema.
Los aliados, especialmente España, han aceptado finalmente que Francia y Reino Unido aporten sus sistemas Heron TP y Sentinel respectivamente como aportaciones nacionales al sistema AGS "sustituyendo parcialmente sus contribuciones financieras" al sistema, algo que ha criticado España, según ha informado la OTAN.
ESPAÑA CONFÍA EN SUMAR SUS PLATAFORMAS TAMBIÉN
El ministro de Defensa, Pedro Morenés, confirmó el pasado 10 de abril que España formará parte del sistema en un primer momento con la aportación de recursos económicos y con el objetivo de incorporarse después con sus propias plataformas de vigilancia aérea, según una entrevista con la Cadena Ser, recogida por Europa Press.
"Cuando las tengamos probablemente en vez de aportar recursos económicos, aportaremos nuestras propias plataformas", explicó entonces, precisando que ya existen dos programas en desarrollo, uno vinculado al consorcio europeo EADS y otro al grupo español INDRA.
Los ministros de Defensa de la OTAN llegaron el pasado 2 de febrero a un principio de acuerdo para financiar de manera colectiva el funcionamiento del sistema aunque España aplazó su decisión definitiva por su malestar por aceptar sustituir aportaciones económicas de Francia y Reino Unido por sus "contribuciones en especie". España ha terminado por aceptar contribuir a financiar el sistema tras dejar claro que este acuerdo "no siente un precedente" para futuros proyectos conjuntos.
Los jefes de Estado y de Gobierno de la Alianza en la cumbre de Lisboa en noviembre de 2010 identificaron dicho sistema como una de las capacidades más criticas que necesita el organismo de defensa euroatlántico para vigilar lo que ocurre sobre un terreno de gran superficie, como ha demostrado luego la operación en Libia.
El sistema permitirá a los comandantes aliados sobre el terreno imágenes en tiempo real de lo que ocurre sobre un terreno de gran extensión, día y noche, con independencia de las condiciones meteorológicas. Además, los países individuales podrán conectar sus sistemas de vigilancia nacional al sistema de la OTAN para "intercambiar" las imágenes.
El sistema, que complementará al sistema de vigilancia aérea de la OTAN de los AWACS, estará bajo mando "permanente" de la OTAN, incluidos los cinco aviones no tripulados que formarán parte del sistema.
La principal base operativa del sistema, que se apoyará en radares avanzados para detectar y rastrear de forma constante objetos en movimiento, estará ubicada en la base aérea de Sigonella (Italia), que servirá como base de inteligencia, vigilancia y reconocimiento conjunto de la OTAN y como centro de datos.
Se espera que el primer 'drone' llegue en 2015 a Sigonella, que alojará a un máximo de 600 militares aliados y sus correspondientes familias, incluidos analistas de imágenes, personal de apoyo y pilotos de los Veintiocho aliados.
El Sistema AGS es uno de los 25 proyectos de colaboración multinacional que los aliados esperan aprobar definitivamente en la cumbre de la OTAN de mayo en Chicago para adquirir capacidades de defensa críticas para el futuro en un contexto de recortes generalizados en los presupuestos de Defensa por la crisis, pero también otros para colaborar en el mantenimiento de sus capacidades y en proyectos logísticos o de entrenamiento.
En Chicago, los jefes de Estado y de Gobierno esperan declarar la capacidad interina del sistema de defensa antimisiles que esperan desplegar de forma gradual por fases de aquí a 2018 para hacer frente a amenazas balísticas de países como Irán y Corea del Norte.
España ha ofrecido su base naval en Rota en Cádiz para acoger a cuatro destructores estadounidenses dotadas con el sistema AEGIS, capaz de interceptar misiles, como parte del escudo antimisiles pero no aportará sus fragatas F-100, también dotadas con este sistema.
El Gobierno español todavía está estudiando los distintos proyectos de colaboración que se discuten en el seno de la Alianza Atlántica, incluidos uno para crear un centro de entrenamiento de pilotos, crear sistemas de interfaz que permitan utilizar municiones inteligentes de otros países aliados o cómo compartir aviones de patrulla marítima de forma conjunta.
