El padre de un mosso d'Esquadra asesinado por ETA pide unidad a todos los políticos para luchar contra el terrorismo

Actualizado: domingo, 18 mayo 2008 17:01

Dice que "algo ha cambiado" desde los "entierros vergonzantes", pero que aún debe cambiar la sensibilidad de la sociedad hacia la víctima

SAN SEBASTIÁN, 18 May. (EUROPA PRESS) -

El padre del mosso d'Esquadra Santos Santamaría, asesinado por ETA en 2001 en Rosas (Gerona), con el mismo nombre que su hijo, pidió hoy a los políticos, a la sociedad y a las instituciones "unidad" para luchar contra contra la "pandilla de asesinos" que es ETA, como la que se pudo ver en el funeral por el agente de la Guardia Civil asesinado en el atentado contra la casa cuartel de Legutiano (Alava).

En su intervención en el homenaje y reconocimiento a las víctimas del terrorismo celebrado hoy en el Kursaal de San Sebastián, Santos Santamaría pidió a los presentes que sean conscientes de que "algo está cambiando, pero que falta mucho por cambiar". "Y sólo vamos a poderlo conseguir mediante el arma más legal y la que más temen esa pandilla de asesinos, que es la unidad de todos nosotros, de las instituciones y de los partidos políticos contra ellos".

"Nos han invitado, nos han convocado y estamos aquí, aunque hay ausencias. Aquí estamos reunidos víctimas de un sinfín de atentados, familiares e instituciones, y el deseo de todos los que estamos aquí es que esta sinrazón, esta estupidez, se acabe de una vez", aseguró.

Santamaría recordó la "última barbaridad cometida en Legutiano, una bestialidad inútil como todas las anteriores" y lamentó que "hay una serie de personajes que todavía no se han dado cuenta de lo más evidente desde hace ya mucho tiempo, y no sólo han perdido la razón, sino que, además, están perdiendo el tiempo porque nunca, nunca, van a ganar, solo van a conseguir a hacer sufrir a algunas familias más de las que aquí estamos".

El padre del mosso d'Esquadra asesinado por ETA con un coche bomba aseguró que "este pueblo es un pueblo maduro y valiente, que tuvo que luchar y trabajar para obtener la paz y la democracia de la que disfruta" y eso, advirtió, "no se lo va a dejar arrebatar tan fácilmente", por lo que "pensar lo contrario es, como mínimo, pecar de ingenuos o de malvados. Que cada uno escoja el calificativo que mejor le cuadre".

"PORTAL DE LA HISTORIA".

Santamaría expresó su deseo de "rebautizar" el acto de hoy de reconocimiento de las víctimas del terrorismo como "portal de la historia". "Porque hemos de ser conscientes de que estamos haciendo historia", apuntó. En ese sentido, señaló que "muchas de las fotos" recogidas en la exposición sobre víctimas organizada por el Parlamento vasco "están grabadas a fuego en la memoria".

Así, destacó que se ha pasado de "aquellos entierros vergonzantes y solitarios y aquellas frases cobardes y cómplices del 'algo habrá hecho'" al acto de hoy, "al funeral solemne y unitario de las últimas víctimas".

"Algo ha cambiado y lo hemos cambiado entre todos, entre las víctimas de buena voluntad que siempre antepusieron su deseo de justicia a la venganza, hombres y mujeres valientes, enfrentando el rechazo de su silenciosa presencia a la algarabía gritona, violenta y fascistoide de los que jaleaban a los asesinos en las calles de Euskadi", remarcó.

Santamaría manifestó que "antes, no hace mucho, eran cien a uno, pero, ahora, los ciudadanos de este pueblo valiente han invertido la proporción y algo esta cambiando".

Otro signo de cambio, según citó, fue el "coraje" del lehendakari, Juan José Ibarretxe, de escribir la carta que fue leída por la directora de la Oficina de Atención a Víctimas, Maixabel Lasa, en el 19 aniversario de la masacre de Hipercor, en la que "se rechazaba, por primera vez públicamente, los crímenes falsamente cometidos en nombre del pueblo vasco".

Asimismo, recordó que, no mucho más tarde, ese "coraje" del lehendakari "se plasmó en un refrendo de carácter personal en un congreso de víctimas en Granada" y hoy "asistimos a este acto y hace unos días se inauguraba un monumento a la memoria de las víctimas en el mismísimo Parlamento vasco".

No obstante, advirtió de que "todavía han de cambiar muchas cosas", entre ellas "la sensibilidad de la sociedad hacia la víctima". "La sociedad -precisó- ha de entender que esa víctima, esa persona, ese ciudadano, ha sufrido en sus carnes, en las de sus seres queridos, el zarpazo que el terrorista, el asesino, dirige a la sociedad para obtener de ella lo que por las urnas es incapaz de conseguir".

Por eso, consideró que la víctima "no puede perder nunca la perspectiva de su condición de ciudadano, con todos sus derechos y obligaciones, de parte integrante de esa sociedad". En su opinión, ésa es la razón "por la que no debe sobrepasar nunca el umbral de su dignidad como tal, sin caer en el nefasto victimismo que lo único que produce es el rechazo de la sociedad en la cual pretendemos reintegrarnos".

Por último, dijo que, en el acto de hoy, "no estamos todos, nos faltan 1.000 muertos" y señaló que "sólo con actos como este y otros similares los tendremos con nosotros, porque mientras alguien los recuerde seguirán en nuestro corazón".