MADRID, 7 Jun. (EUROPA PRESS) -
Filomeno Wzama y Paulina Kikawanakio, los padres de Ndombele Augusto Domingos, el joven menor angoleño asesinado en julio de 2002 en el Polígono de Costa Polvoranca de Alcorcón, mostraron hoy su satisfacción por la sentencia que condena a 18 años de cárcel a José David Fuertes por el asesinato de su hijo después de que en el primer juicio fuera absuelto.
No obstante, consideraron "escasa" la pena impuesta por el magistrado de la Sección Sexta de la Audiencia Provincial y señalaron al respecto que sus abogados estudiarán la posibilidad de recurrir en apelación la sentencia ante el Tribunal Superior de Justicia de Madrid.
En declaraciones a Europa Press, Wzama subrayó que la decisión de los jueces de culpar de asesinato a Fuertes "es justa" y se alegró porque, según dijo, "ahora el acusado pagará por unos hechos que ha cometido y no quedará en libertad".
Finalmente, manifestó que la indemnización de 120.000 euros que recibirán por la muerte de su hijo es "normal" y no quiso hacer más valoraciones al considerar que "la pérdida de un ser querido no se paga ni con todo el dinero del mundo".
SENTENCIA MOTIVADA
Por su parte, el presidente del Movimiento contra la Intolerancia, Esteban Ibarra, aseguró a Europa Press, que la sentencia que condena a Fuertes está "muy motivada, a diferencia del anterior fallo absolutorio". "Es una resolución jurídica muy detallada y ajustada a derecho", matizó.
Ibarra también afirmó que el magistrado ha fundamentado debidamente la sentencia "para curarse en salud a efectos de recurso" y recordó que el fallo de octubre de 2004 que absolvía al acusado fue anulado por el Tribunal Superior de Justicia de Madrid (TSJM) y por el Tribunal Supremo por estar "inmotivado".
