Pasa a disposición judicial en Noia (A Coruña) el último detenido por la muerte de la azafata viguesa Elena Calzadilla

Actualizado: jueves, 15 mayo 2008 12:36

NOIA (A CORUÑA), 15 May. (EUROPA PRESS) -

El empleado de una empresa de O Porriño (Pontevedra) detenido el martes por la Guardia Civil por su presunta implicación en la muerte de la azafata viguesa Elena Calzadilla pasó hoy a disposición del Juzgado de Instrucción Número 2 de Noia (A Coruña).

Sobre las 9.45 horas el arrestado, Andrés L.D., llegó a los juzgados de la localidad de Noia en un coche policial camuflado y entró en el edificio judicial esposado y con la cara descubierta.

Un equipo de la Guardia Civil de A Coruña se desplazó el martes a la localidad de O Porriño para detener a Andrés L.D. por su presunta relación con el asesinato de Elena Calzadilla, cuyo cadáver apareció en su segunda vivienda en Porto do Son (A Coruña) el 5 de diciembre de 2005.

El hombre, arrestado a la salida de su trabajo --en la misma empresa que el marido de la víctima--, es la tercera persona detenida en relación con estos hechos, ya que en enero pasado la Guardia Civil también detuvo al marido de la fallecida, Ernesto M.B., y al hermano de éste, Marcos M.B., que quedaron en libertad tras declarar en el Juzgado de Noia. No obstante, las investigaciones no se han dado por cerradas y no se descarta que pueda haber nuevas detenciones.

CRIMEN.

La viguesa María Elena Calzadilla Eugui, de 40 años, apareció muerta el 5 de diciembre de 2005, con un golpe en la cabeza, en su vivienda de Porto do Son, localidad coruñesa en la que tenía su segunda residencia.

La mujer se había trasladado a esta vivienda de vacaciones para recoger ropa, ya que iba a emprender un viaje a Canarias con su marido durante ese puente de diciembre y, horas después, al ver que no volvía a casa y no contestaba al teléfono, su marido fue a buscarla.

Cuando Ernesto llegó a la casa de Porto do Son se encontró el cuerpo sin vida de Elena, con un fuerte golpe en la cabeza. Aunque en un principio se barajaba el robo como el móvil del asesinato, las investigaciones se centraron en el entorno de la víctima, y en la hipótesis de un posible crimen pasional por encargo.