MADRID, 23 Ene. (EUROPA PRESS) -
Los periodistas celebrará mañana la fiesta de San Francisco de Sales, patrón de una profesión trabaja en un sector afectado por la crisis y cada vez tiene peor imagen en la sociedad. De hecho, casi seis de cada diez españoles tiene una imagen regular, mala o muy mala de los periodistas, según destaca el último 'Informe de la Profesión Periodística' de la Asociación de la Prensa de Madrid (APM).
Los motivos de esa mala imagen se repiten, con distintos porcentajes, año tras año: vulneración de la intimidad practicada por periodistas del corazón, manipulación informativa, exceso de sensacionalismo y partidismo de las informaciones, un defecto que, de acuerdo a lectores y televidentes, ha aumentado en los últimos tiempos.
Los propios periodistas (68,2%) consideran que se hace "un uso desmedido de fuentes anónimas" al elaborar la información, al tiempo que "el 83,9 por ciento cree que los datos que provienen de fuentes de confianza con frecuencia no se contrastan lo suficiente", convirtiéndose Internet "en una herramienta fundamental".
A este descrédito en la profesión se une el efecto de la crisis económica, que ha afectado al sector debido a la reducción de la publicidad. Concretamente, en la prensa, los editores de diarios no esperan recuperarse hasta 2015, después de que la venta bruta de publicidad en prensa cayera en 2009 un 25 por ciento, tal y como figura en el 'Libro Blanco de la Prensa Diaria 2010' editado por la Asociación de Editores de Diarios Españoles (AEDE).
Mientras, en el sector audiovisual, el mercado publicitario ha caído un 30 por ciento hasta dejar la facturación de las cadenas en unos 2.200 millones, según desvelaron las propias televisiones durante la última jornada anual de la Unión de Televisiones Comerciales Asociadas (Uteca) que se celebró a finales del año pasado.
Ante este panorama, el paro y la precariedad laboral se ha convertido en la preocupación número uno de los periodistas, superando al intrusismo laboral, que otros años ocupaba el primer puesto, según el informe de la APM. Por detrás de estas inquietudes, los periodistas se quejan de la baja remuneración, el número de becarios que trabajan como profesionales y la politización de los medios.
