Piden 10 años de cárcel para un hombre por violar a una joven a la que dio sus datos para que le denunciara en Barcelona

Actualizado: martes, 18 julio 2006 22:10

BARCELONA, 18 Jul. (EUROPA PRESS) -

El Ministerio Fiscal solicita 10 años de prisión para un hombre acusado de violar a una joven tras asaltarla en el portal de su domicilio, en el barrio barcelonés de Gracia. Tras la agresión, el procesado facilitó a la víctima su nombre y dirección para que le denunciase a la Policía si ella quería. Se da la circunstancia de que el acusado había intentado abusar de una menor años antes, delito por el que fue condenado a nueve meses de multa en 1998.

Los hechos se remontan a la madrugada del 5 de diciembre de 2005, cuando la víctima, Núria P.G., de 21 años, entró en el portal de su casa. La joven, que declaró a puerta cerrada durante el juicio celebrado hoy en la Audiencia de Barcelona, se dirigió hacia el ascensor y oyó que alguien llamaba al interfono. Era el acusado, Carlos O.D. de 35 años, al que ella misma le abrió la puerta al creer que era vecino del inmueble.

Según informaron fuentes judiciales, la joven relató durante su interrogatorio que cuando los dos entraron al ascensor, el acusado la amenazó poniéndole unas llaves en el cuello y la obligó a que le diera la cartera. A continuación, le exigió que le hiciera una felación y que se desnudara. El procesado obligó a Núria P.G. a agacharse con la intención de violarla, pero no le fue posible a causa de las dimensiones reducidas del ascensor.

Entonces los dos fueron hasta el décimo piso del edificio. Allí el acusado obligó a la víctima a salir del ascensor y le indicó que se estirara en el suelo, donde ambos practicaron sexo oral sin el consentimiento de la joven.

Finalmente, el procesado cesó en su acción, le devolvió la cartera a la víctima le dijo que si lo denunciaba "se iba a enterar". No obstante, según la joven, Carlos O.D. cambió de repente su agresiva actitud y se mostró arrepentido, por lo que, tras darle su nombre, apellidos y dirección, le dijo que, si quería, le denunciase.

EL ACUSADO ASEGURA QUE HUBO CONSENTIMIENTO.

El acusado, por su parte, negó durante su declaración que agrediera a la víctima, ya que, según su versión, las relaciones sexuales que ambos mantuvieron fueron consentidas.

Carlos O.D. relató que estaba sentado en un banco delante del portal donde vive la víctima, cuando Núria P.G. llegó acompañada por un hombre que se marchó tras dejarla en la puerta del inmueble.

Según el procesado, se acercó a hablar con la víctima mientras la joven buscaba las llaves en un monedero y, tras entablar una breve conversación, le preguntó si tenía novio. Carlos O.D. afirmó que Núria P.G. le dio unos besos y que acabaron entrando en el portal porque se puso a llover.

Una vez allí, continuaron besándose y decidieron entrar en el ascensor para tener más intimidad y una relación "más profunda", señaló el procesado. Carlos O.D. reconoció que practicó sexo oral con la víctima, pero insistió en que "las relaciones fueron consentidas de principio a fin" y aseguró que "cuando ella dijo punto, fue punto". Además, negó que amenazara a la víctima con las llaves y que le quitara la cartera.

Durante el juicio también declaró el amigo que acompañó a la víctima a su casa, quien explicó que dejó a Núria P.G. cuando ella ya había entrado en el inmueble. Según el testigo, cuando llegaron al portal, el banco que hay delante estaba vacío.

"SE ME HA IDO LA PELOTA".

Los Mossos d'Esquadra acudieron al domicilio del acusado, que vive con sus padres, después de que la víctima les explicase lo ocurrido y les dijese que Carlos O.D. le había dado sus señas para que lo denunciara. "Se me ha ido la pelota, he mezclado pastillas con alcohol", espetó el acusado a los agentes.

Según declararon los mossos durante el juicio, cuando explicaron al procesado que se le acusaba de una agresión sexual él se sorprendió y afirmó que "sólo había dado un tirón". Los agentes aseguraron que el acusado estaba excesivamente tranquilo pese a la gravedad de los hechos.

TRASTORNO LÍMITE DE LA PERSONALIDAD.

Los psiquiatras que examinaron a Carlos O.D., por su parte, explicaron que el procesado padece un trastorno límite de la personalidad, aunque dicha alteración no comporta "síntomas psiquiátricos o psicóticos".

A pesar de que, según los expertos, el acusado está al borde de la enajenación, los médicos consideran que, por el momento, el acusado tiene conservadas sus capacidades cognitivas y evolutivas. Ahora bien, su falta de destreza para las relaciones personales desemboca en "conductas explosivas". Los expertos sostienen que cada vez que se relaciona lo hace de una forma "caótica" y cada vez "más catastrófica".

Sobre la posible dependencia del acusado a los barbitúricos, los facultativos apuntaron que era consumidor, pero descartaron que los tomara con alcohol de forma reiterada, como sí había hecho años antes. Además, los médicos que lo examinaron aseguraron que el acusado no estaba bajo los efectos de ninguna sustancia en el momento de los hechos.

Núria P.G., por su parte, sufre estrés postraumático crónico, una dolencia que los psiquiatras que la examinaron relacionan con los hechos denunciados.

ANTECENTES POR AGRESIÓN SEXUAL.

El Ministerio Fiscal pide 10 años de cárcel para Carlos O.D. y que no se pueda acercar a Núria P.G. a menos de 200 metros, además de reclamar una indemnización de 6.000 euros para la víctima. La acusación pública recordó que el acusado utilizó un 'modus operandi' similar al que usó cuando años antes intentó abusar de una menor, un delito por el que se le condenó a nueve meses de multa en 1998.

La acusación particular eleva la pena de cárcel a 12 años y reclama una indemnización de 18.000 euros. Aumenta a 1.000 metros la orden de alejamiento de la víctima y de su domicilio, ya que ambos viven en la misma manzana. La defensa, por su parte, solicita la absolución de su cliente porque considera que la víctima no ofreció una mínima resistencia.

Al finalizar el juicio, Carlos O.D. ejerció su derecho a la última palabra para reiterar que él no había agredido sexualmente a la víctima y acusó a la joven de callarse "lo que le ha interesado".

Incluso llegó a afirmar que si le absuelven "el que va a tomar acciones legales voy a ser yo, porque yo no he tocado a esa chica". El juicio quedó hoy visto para sentencia.