Piden 20 años de cárcel para dos acusados de recibir envíos postales desde Brasil con cocaína

Actualizado: miércoles, 23 septiembre 2009 17:40

ALMERÍA, 23 Sep. (EUROPA PRESS) -

El Ministerio Público ha solicitado hoy un total de 20 años de prisión de para dos hombres de 36 y 40 años, identificados como David G. y Valentín E.K., a quienes agentes de la Guardia Civil intervinieron sendos paquetes postales con alrededor de dos kilos de cocaína remitidos desde Brasil durante dos operaciones de entrega controlada de la droga efectuadas en 2008 en una oficina de Correos y en una vivienda del municipio de Roquetas de Mar (Almería).

David G., para quien la letrada de la defensa ha interesado la libre absolución o, de modo subsidiario, la imposición de una pena de un año y medio de cárcel, enfrenta una petición fiscal de diez años ya que, tal y como argumentó durante el trámite de informes, concurre en los hechos el subtipo agravado del artículo 369 del Código Penal al introducir la cocaína en el territorio nacional.

Frente los sostenido por la defensa, consideró, asimismo, que este ciudadano nigeriano consumó el delito al recoger el envió postal que un agente de la Guardia Civil vestido de cartero le llevó hasta su propio domicilio. La entrega se organizó después de que, durante un control aleatorio de paquetería, perros del servicio cinológico detectasen la presencia de droga en el interior de la carta.

Al estar "perfectamente identificado" el destinatario del envió, tal y como depuso en la vista oral, el agente se personó en la vivienda donde David G. tenía alquilada una estancia y preguntó por él. Una vez acudió el acusado, según relató ante el tribunal de la Sección Segunda, comprobó que tenía el código de referencia del paquete, por lo que se lo dio junto al recibo, que firmó.

Sin embargo, cuando el agente de incógnito le pidió un pasaporte o un documento capaz de acreditar su identidad, el acusado sospechó y se ocultó en el interior de su habitación para, a continuación, "salir corriendo hasta la escalera de caracol que había en la cocina por donde huyó" aunque otro guardia civil en apoyo pudo cortar el paso y proceder a su detención.

David G., que permanece en prisión provisional, negó en todo momento haberse dedicado a traficar con cocaína y haber firmado como destinatario el recibo del envió postal. Aludió, en esta línea, a que en el posterior registro de la estancia que tenía alquilada no se hallaron utensilios propios para corte y distribución de la droga ni entre sus pertenencias "signos de riqueza o dinero depositado en sus cuentas bancarias".

UN FAVOR

Valentín E.I., casado y con dos hijos, se enfrenta también a una petición fiscal de 10 años de prisión después de que el juicio celebrado en la Sección Tercera quedase visto para sentencia. En su declaración ante la sala, se desvinculó de los hechos y señaló que se trataba de un favor a un "hermano africano" que conocía desde hacía meses.

En concreto, según detalló con la asistencia de un intérprete de inglés, que en la mañana del 10 de mayo de 2008 se dirigió a una oficina de correos de Roquetas de Mar con la intención de adquirir un móvil para regalar a su esposa ya que --ahondó-- en su país natal, Nigeria, el Día de la Madre se celebra tradicionalmente el 11 de mayo.

En respuesta a preguntas del fiscal, aseguró que en el trayecto se encontró con un conocido al que identificó como Kevin L. que, tras intercambiar unas palabras, le pidió que preguntase en el servicio postal si había llegado un paquete mientras que él se dirigía a una administración de lotería a sellar una quiniela y volvía en cinco minutos.

Valentin E.I. era detenido en la oficina por la Guardia Civil después de que entregase a una funcionaria un trozo de papel manuscrito con un código de identificación que le había dado con anterioridad su "conocido" entre las páginas de un pasaporte a nombre de un varón identificado como Adam W., a quien aseguró no conocer.