Piden 20 años de cárcel para un hombre por apuñalar a una amiga en Cercs (Barcelona) en un ataque de celos

Actualizado: jueves, 2 noviembre 2006 21:34

BARCELONA, 2 Nov. (EUROPA PRESS) -

La acusación particular solicita 20 años de cárcel para un vecino de Cercs (Barcelona) de 66 años por apuñalar repetidamente en su domicilio a una amiga con la que mantenía relaciones esporádicas, después de que la víctima recibiera una llamada de un amigo y el procesado sufriera un ataque de celos.

El Ministerio Fiscal solicita 15 años de prisión para el acusado por un delito de asesinato en grado de tentativa, mientras que la defensa considera que los hechos son constitutivos de un delito de lesiones y solicita medio año de cárcel para él, al entender que concurren las atenuantes de confesión y de arrebato.

Los hechos ocurrieron la noche del 4 de abril de 2005, cuando la víctima, María Rosa R.G., de 44 años, acudió al domicilio del acusado, Pedro S.P., con el que pensaba pasar la noche. Ambos se conocían desde hacía cuatro años, pero habían empezado a mantener relaciones unos ocho meses antes de los hechos.

Sobre las 23.23 horas, la mujer recibió la llamada de un amigo en su teléfono móvil y se metió en el lavabo para hablar con él. Tras la conversación, la víctima decidió marcharse de la casa, que estaba en una zona alejada y apartada de núcleos de población, aunque el acusado, que la había estado escuchando, estaba esperando en la puerta del lavabo a que saliera.

Según explicó María Rosa R.G. durante el juicio, celebrado hoy en la Audiencia de Barcelona, Pedro S.P. llevaba un cuchillo de 14 centímetros de hoja en la mano y la siguió hasta el comedor. "Ahora va a saber la gente quién es Pedro", le dijo, y acto seguido empezó a apuñalarla hasta darle un total de nueve cuchilladas.

"Me dijo que le había tratado como un perro y que él lo había dado todo por mí", señaló la víctima. La mujer aseguró que sólo eran amigos, "pero parece que él aspiraba a tener una relación conmigo". María Rosa quedó tendida en el suelo, consciente, y mientras tanto el acusado estuvo cerca de una hora y media deambulando por la casa.

"Le dije que llamara a mis hijos porque quería verles por última vez y le pedí que avisara a una ambulancia", explicó la víctima. Pedro S.P. ignoró su petición y, finalmente, se marchó de casa, tras apagar las luces y cerrar las puertas con llave, dejando a María Rosa abandonada y gravemente herida.

"Yo sabía que me moría", señaló la víctima, "estaba vomitando sangre". "Estuve dos horas padeciendo mucho", añadió. Según dijo, "nunca en la vida" hubiera pensado que Pedro S.P. iba agredirla, "siempre había sido una persona muy amable conmigo".

"HE MATADO A UNA MUJER".

Tras cometer la agresión, sobre la 1 de la madrugada, el acusado se dirigió a pie hacia la presa de La Baells con la intención de tirarse al vacío, aunque se lo pensó mejor y, finalmente, fue hacia una gasolinera cercana.

Una vez allí, pidió a una de las trabajadoras que llamase a los Mossos d'Esquadra porque había tenido "problemas de peleas". Según explicaron hoy los agentes, nada más llegar, el acusado les explicó que había hecho "una cosa muy mala". "He matado a una mujer", dijo.

Los mossos le registraron y, tras meterle en el coche policial, se dirigieron al domicilio donde estaba la víctima guiados por él. "Estaba muy tranquilo, colaboró en todo", señalaron los agentes.

Al llegar a la vivienda, Pedro S.P. abrió la puerta y los mossos pudieron socorrer a la víctima, que estaba tendida en el comedor. A consecuencia de la agresión, María Rosa R.G. estuvo más de medio año incapacitada y, debido a las secuelas que padece, le han declarado la invalidez absoluta.

La víctima tiene problemas de movilidad y necesita la ayuda de una tercera persona para las actividades de la vida cotidiana. Según los doctores que la examinaron, que también declararon durante el juicio, si hubieran tardado más tiempo en socorrerla podría haber muerto desangrada.

AL ACUSADO LE FALLA LA MEMORIA.

El acusado, por su parte, reconoció que tuvo "una riña" con la víctima, pero aseguró que no recuerda nada de lo que ocurrió. "Me falla mucho la memoria, de verdad", señaló, aunque admitió que se puso "furioso" porque "ella decía que se iba" y "puede que la atacara con un cuchillo". "No me acuerdo de lo que pasó después, yo me quería suicidar", añadió.

Según Pedro S.P., cuando María Rosa R.G. recibió la llamada de su amigo, él empezó a sospechar que podía irse con él. "Me molesté porque llamó ese señor, tenía dudas y cogí nervios y celos", señaló. El acusado explicó que, a partir de ese momento, "todo pasó en un instante". "Me fui sin saber lo que había hecho y llamé a la Policía para que fueran a ver si había pasado algo", relató.

Los psiquiatras que examinaron el estado de salud mental del procesado aseguraron hoy que es una persona "absolutamente normal", que no padece ningún tipo de trastorno mental y que su coeficiente intelectual está dentro de los límites de la normalidad.

El Ministerio Fiscal solicita 15 años de prisión para Pedro S.P. por un delito de asesinato en grado de tentativa y reclama que el acusado no pueda acercarse a María Rosa R.G. a menos de 1.000 metros durante los diez años siguientes al cumplimiento de la pena de prisión impuesta.

La acusación particular pide 20 años de cárcel para el acusado y reclama una indemnización de 509.141 euros para la víctima, mientras que la defensa considera que los hechos son constitutivos de un delito de lesiones y solicita medio año de cárcel para Pedro S.P., al entender que concurren las atenuantes de confesión y de arrebato.