Piden 23 años de prisión para cuatro acusados de asesinar a un joyero en el centro de Madrid en 2006

Actualizado: domingo, 19 octubre 2008 15:11

MADRID, 19 Oct. (EUROPA PRESS) -

La Fiscalía de Madrid solicita 23 años de prisión para cuatro acusados de asesinar al joyero José Manuel Mateo Redondo, de 59 años, quien falleció el 27 de septiembre de 2006 en el Hospital Clínico de Madrid tras recibir un día antes cuatro tiros en plena calle en el centro de la capital.

La Audiencia Provincial de Madrid juzgará el próximo martes a Roberto C.N., Carlos Arturo P., Mario Alberto M.T. y Kristian Fernando D.D. por los delitos de homicidio, intento de robo con violencia e intimidación, tenencia ilícita de armas, continuado de hurto y falsedad documental.

En el escrito de acusación, al que tuvo acceso Europa Press, el fiscal relata que alrededor de las 20.00 horas del 26 de septiembre de 2006, la víctima salió de su taller, siendo vigilado durante todo el día por Roberto C.N. y Carlos Arturo P., de nacionalidad argentina. Los procesados alertaron a sus compinches de la salida de Mateo de su taller.

Con un maletín y una bolsa de viaje en la que guardaba un muestrario de joyas, valoradas en 60.000 euros, la víctima bajó por la calle Isabel la Católica para recoger el coche que tenía aparcado en un garaje próximo.

Una vez que los acusados alertados divisaron al joyero, le interceptaron en la calle y se colocaron a su espalda. El uruguayo Kristian Fernando D.D. agarró con fuerza la bolsa que portaba, tratando de arrebatársela. Entonces, se produjo un forcejeo entre ambos, en cuyo transcurso Kristian esgrimió el arma que portaba y le descerrajó varios tiros.

Sin conseguir el botín, el asaltante salió corriendo hasta el lugar donde se encontraba Mario Alberto M. con una moto, dándose a la fuga a gran velocidad por la calle y dirigiéndose a otra calle, donde abandonaron la moto continuando la fuga a pie.

La víctima, casado y con dos hijos, sufrió cuatro impactos de bala, por lo que fue trasladado al Hospital Clínico de Madrid. Mateo falleció un día después como consecuencia de las graves heridas que le originaron lesiones en órganos vitales, dando lugar a una hipovolemia y en última instancia una parada cardiaca irreversible.