Piden 27 años de prisión para un hombre acusado de violar a una chica en Barcelona

Actualizado: lunes, 14 abril 2008 20:48

BARCELONA, 14 Abr. (EUROPA PRESS) -

La Audiencia de Barcelona juzgó hoy a un hombre acusado de violar a una chica en verano de 2005 cerca de la Carretera Alta de les Roquetes, en el barrio de Torre Baró de la capital catalana. La Fiscalía solicita un pena de 27 años de cárcel para el procesado, que indemnice a la víctima con 30.000 euros por las lesiones y los daños morales, y que pague una multa de 360 euros.

La tarde del 30 de julio de 2006, el imputado, Marius I., de 26 años y nacionalidad rumana, estaba con su mujer, su hermana y unos amigos en la playa de la Barceloneta, donde conoció a la víctima, Sonia G.P., una española de 19 años, quien también estaba con unos amigos.

Durante el juicio, celebrado en la Sección Vigésimo primera, la víctima sostuvo que acompañó al acusado y a tres de sus amigos al mirador de Torre Baró, pero al llegar dijo que quería regresar. No obstante, no la acompañaron ni le dejaron un móvil para llamar y pedir que le fueran a buscar.

Cuando buscaba una cabina telefónica, Marius I. la abordó, se le insinuó y, al rechazarlo, la empujó y la tiró por un terraplén. Posteriormente, la golpeó, la manoseó y le obligó a hacerle una felación.

Instantes después, el acusado habló por teléfono con un amigo --que no ha sido identificado--, a quien invitó a acudir al lugar porque tenía "una sorpresa". Cuando llegó, ambos volvieron a forzarla.

La víctima aprovechó un momento en el que el otro individuo se había marchado para pedir auxilio a un joven que pasaba por el lugar. Cuando acudió en su ayuda, Sonia G.P. se zafó de su agresor y salió corriendo hasta una parada de autobús cercana donde fue atendida por otras personas.

El fiscal explicó que el joven que ayudó a la víctima ha recibido un mensaje anónimo amenazándolo para que no declarara como testigo, pero a pesar de ello compareció en el juicio y aportó la denuncia que presentó tras recibir las amenazas. El fiscal también aseguró que la hermana del procesado ofreció dinero a Sonia G.P. para que retirara la denuncia.

Por su parte, el acusado explicó que Sonia G.P. les invitó a una cerveza y después, cuando su esposa y su hermana se habían ido, los acompañó a casa de uno de ellos, donde bailaron y bebieron cerveza. En una ocasión, la chica intentó quedarse a solas con él en una habitación, pero Marius I. se opuso porque todos sus amigos sabían que estaba casado.

Más tarde, se dirigieron en coche al mirador de Torre Baró en busca de un bar, pero al encontrarlo todo cerrado, decidieron marcharse a casa. En ese momento, continuó el procesado, Sonia le tiró de la manga mirándolo fijamente y diciéndole algo que no entendió, pero que interpretó como una petición para que se quedara con él. El imputado accedió y se fueron cogidos de la mano a buscar un lugar donde tener relaciones sexuales, agregó.

Marius I. aseguró que los dos acordaron tener sexo oral ante la falta de preservativos que evitaran un eventual contagio de una enfermedad de transmisión sexual que revelara la infidelidad a su esposa, a quien dijo querer "mucho" y no quería que lo abandonara.

Mientras mantenían relaciones, totalmente desnudos, apareció un hombre, Sonia se asustó, empezó a gritar, se acercó a él y éste se dirigió hacia el acusado, que cogió su camiseta y huyó corriendo por miedo a que lo pegara.