Piden cinco meses de cárcel para el conductor de una grúa por quedarse un coche tras asistirle en carretera

Actualizado: jueves, 26 junio 2008 20:58

Los dos acusados intentaron cobrar 880 euros por un servicio gratuito y amenazaron al dueño del vehículo

BARCELONA, 26 Jun. (EUROPA PRESS) -

El Juzgado Penal número 13 de Barcelona juzgó hoy a dos acusados de coaccionar a un hombre de Sant Gregori (Gerona) para que les pagara 880 euros por llevar con una grúa su vehículo averiado hasta Gerona, un servicio gratuito para clientes del Real Automóvil Club de Cataluña (RACC), como era el caso. La Fiscalía pide cinco meses de prisión para uno de ellos por un delito de estafa.

El Ministerio Público imputa a Antonio R.P. un delito de estafa en grado de tentativa y otro de coacciones, por el que pide cinco meses de prisión y una multa 5.400 euros, respectivamente, y para Rosendo M.L. solicita una multa de 7.200 euros por un delito de coacciones.

El Ministerio Público sostiene que sobre las 18.30 horas del 26 de abril de 2005, uno de los procesados, Antonio R.P., circulaba con una grúa de Grúas Saron SL por la Ronda de Dalt de la capital catalana cuando vio que Pedro F.G. había sufrido una avería y se encontraba parado en la salida 13, en el término municipal de L'Hospitalet de Llobregat.

El procesado sabía que la víctima había solicitado el servicio de asistencia en carretera al RACC, del que era socio, por lo que se hizo pasar por una grúa de esa entidad, cargó el vehículo y lo llevó al taller de Girona que le indicó Pedro F.G., donde le intentó cobrar 880 euros por el servicio prestado.

Ante la negativa del afectado, Antonio R.P. y su compañero también imputado, Rosendo M.L., decidieron trasladar el vehículo a un garaje de Cunit (Tarragona). Posteriormente, exigieron por teléfono a Pedro F.G. que abonara la cantidad que le habían solicitado y que se la reembolsarían después.

En declaraciones a Europa Press, el abogado de los acusados, Lluís Fusté Mercader, explicó que sus representados tienen un contrato con el RACC para prestar asistencia en carretera a sus clientes, y que se identifican como tal. La defensa sostiene que el afectado no puede alegar que se sintió engañado porque todas las grúas pertenecientes al RACC son amarillas y la que conducía Antonio R.P. era blanca.

El letrado aseguró que es una práctica habitual que las empresas de grúas retengan los vehículos hasta cobrar el servicio y que, en este caso, el RACC recomendó a Pedro F.G. que pagara el transporte a Grúas Saron SL para reembolsárselo después. Con todo, sus representados aún no han cobrado el traslado del coche al taller de Girona.