Piden dos años y tres meses de cárcel para un conductor por arrollar ebrio a dos personas en una acera de Asturias

Actualizado: martes, 17 marzo 2009 9:21

El vehículo chocó contra otro coche en un cruce e impactó luego contra una señal, un árbol y una farola antes del atropello

GIJÓN, 17 Mar. (EUROPA PRESS) -

La Fiscalía solicita para un acusado, M.V.C.H., una pena de un año y medio de prisión por dos delitos de lesiones por imprudencia grave, al atropellar a dos personas tras invadir la acera, y nueve meses de cárcel por un delito de desobediencia, al poner resistencia para hacer la prueba de alcoholemia, según el informe fiscal al que tuvo acceso Europa Press.

Asimismo, le pide una indemnización total de 45.680 euros para las dos personas atropelladas y 6.019,2 euros por los daños materiales causados. El juicio tendrá lugar hoy, a las 9.30 horas, en el Penal 3 de Gijón.

El suceso tuvo lugar sobre las 23.10 horas del 9 de diciembre de 2006, cuando el acusado, que conducía un Opel Corsa matrícula 0-8800-CC circulaba por la avenida de Gaspar García Laviana a una velocidad de unos 130 kilómetros por hora. El conductor, según el relato fiscal, se saltó el semáforo en rojo en la intersección con la avenida de Schultz, al estar bajo los efectos del alcohol.

Debido a ello, colisionó con otro vehículo, y como consecuencia del impacto perdió el control del coche y prosiguió la marcha hasta invadir la acera del margen derecho de la avenida de Schultz. El conductor chocó entonces con una señal vertical, arrancó un árbol de ornato público y también con una farola, antes de atropellar a dos personas, un matrimonio que iba por la acera. El vehículo también causó daños en dos establecimientos comerciales.

Respecto a las víctimas, el hombre, J.R.B., de 40 años, estuvo incapacitado para sus tareas habituales 198 días, de los que cuatro de ellos estuvo hospitalizado. Sus lesiones consistieron en traumatismo craneal con heridas en nariz y párpado superior derecho, contusión en la región temporal derecha, fractura del hueso malar derecho, excoriación en la espalda, luxación anterior del hombro derecho y arrancamiento de troquíter del húmero derecho.

Asimismo, le quedan como secuelas: "material osteosíntesis en el pómulo derecho, cicatriz de 13 milímetros en el lado izquierdo del dorso de la nariz, hipostenia en el territorio de la rama maxilar del nervio trigésimo derecho y una limitación de un 22 por ciento de la movilidad del hombro derecho". Actualmente el hombre se encuentra en situación de incapacidad laboral y está en estudio el reconocimiento de la invalidez.

Por su parte, la mujer, E.G.G., de 44 años, estuvo incapacitada para sus ocupaciones habituales 131 días, en los que estuvo sometida a tratamiento farmacológico y rehabilitación. La víctima padeció diversas heridas y contusiones en mentón, mano y rodillas. Como secuela le queda una cicatriz de 2,5 milímetros en el mentón y una ligera limitación de la movilidad en la rodilla izquierda.

Respecto al delito de desobediencia, la Fiscalía señala en su escrito que el acusado intentó evitar que le practicaran la prueba de alcoholemia, para lo que interpuso la lengua en la boquilla del etilómetro al tiempo que aparentaba que estaba soplando. Los agentes señalaron en su informe que el imputado presentaba varios síntomas de embriaguez: "abatimiento en su aspecto general, ojos enrojecidos y sudorosos y aliento con ligero olor a bebidas alcohólicas".