1-N.- Piqué alerta del riesgo de que en barrios del área metropolitana de Barcelona "salte la chispa" como en Francia

BADALONA (BARCELONA), 26 Oct. (EUROPA PRESS) -

El candidato del PP a la Presidencia de la Generalitat, Josep Piqué, advirtió hoy del riesgo de que en barrios del área metropolitana de Barcelona "salte la chispa" como en Francia, donde hace un año jóvenes de los suburbios de París causaron altercados e incendios de coches por el malestar con la falta de respuesta del Gobierno francés a su situación.

Piqué, que hoy visitó los barrios de Sant Roc y Artigues de Badalona (Barcelona), municipio donde gobierna el PSC e ICV, aseguró que se trata de "un riesgo real" y "si esto lo escondemos a la ciudadanía, estamos instalados en la Cataluña virtual". "Quien diga que todo está bien y que de la gestión del tripartito se deriva la Arcadia feliz, debe saber que la realidad es esto", apuntó.

Con un rostro de visible preocupación, el candidato popular, arropado en todo momento por el presidente del PP en Badalona, Xavier García Albiol y los dos responsables de las asociaciones de vecinos de Sant Roc y Artigues, reconoció que había percibido "una tensión brutal" en la zona.

"Falta poco para que, en algún momento, esto salte" y que "la chispa se transforme en incendio" porque "hay serios riesgos de convivencia", señaló Piqué a los periodistas. El líder popular no dudó en calificar de "bestial" su visita.

Los barrios de Sant Roc y Artigues, llenos de edificios altos y minúsculos pisos, cuentan con un 34,2% de población inmigrante, la mayoría de ellos pakistaníes, rumanos y suramericanos. De hecho, un tercio de los vecinos son de etnia gitana, algo que se hace muy visible en la calle.

Durante su paseo de más de una hora por las calles de Sant Roc y Artigues, Piqué pudo conocer de cerca las preocupaciones de los vecinos y como si fuera una lista de Reyes iba apuntando en la memoria todas las quejas, la mayoría relacionadas con problemas de convivencia, inseguridad y drogas.

Al final de su recorrido y ante las cámaras de televisión y los micrófonos de las radios, Piqué echó mano del comentario de unos vecinos, ya de edad avanzada, que paseaban por uno de los parques que hacen frontera entre ambos barios.

"Para resolver esto, sólo hay que mirar y que las cámaras lo graben", le advertía un anciano, porque "esto es como una torre de Babel y aquí puede pasar como en Francia". "Cerca de aquí, en las puertas del instituto, se organizan peleas entre chavales y casi se matan", se lamentaba otro.

Una mujer gitana, que sentada en un banco vigilaba a un grupo de niños que iba en bicicleta, se quejaba de la inseguridad en Sant Roc. "Queremos Policía toda la noche, porque no podemos salir a la calle. Esto da pena porque si les dices algo te dicen el abecedario", aseguraba.

UN CARTEL REZABA 'NO QUEREMOS RUMANOS'.

La llegada de los inmigrantes más recientes, especialmente rumanos y pakistaníes, es una de las mayores preocupaciones de los vecinos de Sant Roc. En una de las vallas de acceso a un edificio de viviendas se podía leer un cartel que simplemente rezaba 'No queremos rumanos'.

El candidato popular preguntó entonces a una de las vecinas que estaban frente al bloque de viviendas. La mujer le respondió que ella no lo había colgado, pero "estoy de acuerdo con lo que dice, porque simplemente no se puede convivir con ellos, hay que hablar claramente", apuntó.

Piqué recibió las quejas de un hombre que vive en una furgoneta y al que el Ayuntamiento de Badalona ya le ha empadronado en este vehículo, de otro que habita en un piso construido por la empresa Adigsa, de la Generalitat, y a quien le han duplicado el alquiler con la amenaza de desalojarlo de forma inmediata.

Durante el recorrido, aparte de algún grito de 'fascista', que llegaba desde un balcón, algunos vecinos que pasaban por la calle simplemente, desde lejos pero suficientemente cerca para que pudiera oírles, le gritaban 'Queremos trabajo y que no suban los precios de los pisos'.

La nota de color la puso un corrillo de niños que acompañaba al dirigente popular y a la nube de periodistas y cámaras que seguían sus pasos. "Señor, queremos merienda!", reclamaba uno, mientras su amigo, desde arriba de una bicicleta le decía: "Queremos que venga Ronaldinho".

El momento más tenso se vivió cuando uno de los representantes del colectivo gitano de Sant Roc se acercó a Piqué, después de que el presidente de la asociación de vecinos le presentara al candidato popular.

"No queremos hablar con nadie, porque sólo se acuerdan de nosotros cuando vienen a pedir el voto" porque "todos son unos enchufados y se lavan las manos", apuntó el hombre. Precisamente, Piqué, por primera vez en toda su campaña electoral, no se atrevió hoy a pedir el voto.