Pizarro (PP) dice que "no hacen falta" códigos de buen gobierno en las administraciones, sino respetar la moral católica

Actualizado: sábado, 21 noviembre 2009 17:54

MADRID, 21 Nov. (EUROPA PRESS) -

El diputado del PP en el Congreso Manuel Pizarro afirmó hoy que "no hacen falta" códigos de buen gobierno para las administraciones públicas u organizaciones políticas, como los que desde su partido se están impulsando, pues bastaría con respetar la moral católica.

Durante su intervención en el XI Congreso Católicos y Vida Pública, Pizarro defendió que "la realidad no se transforma con leyes" y consideró innecesario crear normas para el correcto funcionamiento interno de las instituciones. "Estamos viendo estos días, desde mi propio partido, códigos de buen gobierno y al final no hacen falta", subrayó.

A su juicio, estos códigos de buen gobierno son innecesarios porque existe "un decálogo desde los tiempos de Moisés", del que destacó el 'no robarás', 'no codiciarás los bienes ajenos' y 'no darás falso testimonio'. "Lo que hace falta es que la gente haga las cosas como Dios manda", aseveró.

Asimismo, en su ponencia 'La solución cristiana para salir de la crisis', en el marco del congreso organizado por Asociación Católica de Propagandistas y el CEU, el diputado 'popular' recordó que "toda decisión económica tiene consecuencias morales".

En este sentido, Pizarro defendió que la crisis actual es más una crisis de valores que económica por lo que, en su opinión, habría que premiar al que lo está haciendo bien y castigar al que lo está haciendo mal. "No se puede subvencionar al que lo hace mal para que siga haciéndolo mal con dinero público e impida que entre al que lo hace bien", argumentó.

Pizarro criticó también las operaciones realizadas por los bancos centrales por considerarlas "un engaño a propios y ajenos", aunque reconoció que no es el caso del Banco Central Español.

Por último, aconsejó no "sacralizar" la crisis como si fuera a ser el fin del mundo y mostró su confianza en que ésta se convierta en una oportunidad para asentar nuevos modos de comportamiento, en los que las empresas no puedan aprovechar "situaciones de monopolio".