El PNV afirma, con motivo del Aberri Eguna, que "ya no hay excusa" para vetar la autodeterminación del pueblo vasco

Actualizado: miércoles, 4 abril 2012 17:10

Pide el derecho a la soberanía, por primera vez "sin el azote de la amenaza y la violencia", tras el cese de la actividad de ETA

BILBAO, 4 Abr. (EUROPA PRESS) -

El PNV reclama, con motivo de la celebración este próximo domingo del Aberri Eguna, el derecho a la soberanía vasca, por primera vez "sin el azote de la amenaza y de la violencia", y aboga por un nuevo tiempo "constituyente para una nueva Euskadi". A su juicio, ya no hay excusa que valga para "vetar el ejercicio democrático de autodeterminación de la sociedad vasca" y para que los vascos "puedan aspirar a todo".

En el manifiesto elaborado por la formación jeltzale con motivo de la celebración del Día de la Patria Vasca, bajo el lema 'Euskadi bizia, más Nación", recuerda que estos días se conmemora el aniversario de los bombardeos "indiscriminados" en la época de la guerra civil, realizados "en el nombre de la España, grande, libre e indivisible".

"Fueron agresiones inhumanas, execrables, imborrables para quienes han arrastrado su condición de víctimas durante decenios. Sin compasión ni resarcimiento por parte de quienes sometieron su régimen y dominación en aquellos actos de barbarie", subraya.

Asimismo, señala que, "décadas más tarde, también en el nombre de la patria, de Euskadi, ETA ha practicado la violencia asesina e inhumana contra todo un universo de discrepancia al que identificaron como 'enemigo'".

"Una y otra violencia envilecieron las causas nacionales que quienes practicaron la violencia decían defender. Ambas sólo dejaron tras de sí víctimas, dolor, sufrimiento y odio. Una historia que esperemos no se repita jamás", afirma.

En este sentido, recuerda que el año 1932 el PNV "sacaba a la calle a su militancia para anunciar la 'resurrección' de la Patria Vasca", en lo que fue la celebración del primer Aberri Eguna.

"Desde entonces, no ha habido año ni ocasión, en libertad o dictadura, en la que el PNV no haya reivindicado, en esta fecha, el derecho del Pueblo vasco a su libertad y a su plena expresión política e institucional", asevera.

"PRIMERA VEZ SIN VIOLENCIA"

La formación jeltzale destaca que, en esta ocasión, "por primera vez en la historia desde hace 76 años", libremente los vascos pueden reclamar "el derecho a su soberanía sin el azote ni la amenaza de la violencia", después de que hace casi seis meses ETA declarara el fin de su actividad armada.

No obstante, destaca que "la paz verdadera tardará en instalarse" porque, para lograr "la paz verdadera y auténtica", hace falta "desactivar "las actitudes de enfrentamiento, de supremacía o de imposición".

"Que ETA haya declarado el fin de su actividad armada es un paso determinante para que este país alcance la paz, pero la conciliación cívica de Euskadi pasa, en los próximos tiempos porque, quienes han vivido creyendo en la legitimidad de la lucha armada, reconozcan y amparen el derecho a la diferencia --reconocida también por quienes han condicionado la política a la existencia de la violencia--, y se integren en el mapa de respeto a las mayorías y minorías que en cada caso establezca la propia sociedad vasca", destaca.

Para el PNV, en la construcción de esa paz "definitiva y verdadera, y la concordia", deben trabajar "todos, también las instituciones" porque "enquistarse en el pasado, no reconocer el nuevo tiempo, no adoptar decisiones que, sin duda, van a favorecer este tránsito, sería una grave irresponsabilidad".

Pese a reconocer que "la paz auténtica y completa aún está lejana", recuerda que "jamás" se han vivido tiempos con el actual "sin miedo a la nómina de nuevas víctimas, sin incertidumbres sombrías que atenacen el porvenir".

A su juicio, "ya no hay excusa que valga para quienes siempre establecieron vallas al campo y encontraron justificación en la persistencia de la violencia para vetar el ejercicio democrático de autodeterminación de la sociedad vasca, no hay pretexto que frene cualquier iniciativa política que pretenda el avance nacional de Euskadi". "Primer año de una nueva Euskadi, de unos nuevos vascos que pueden aspirar a todo", asevera.

En su documento, la formación jeltzale recuerda a Sabino Arana, creador del PNV y padre del nacionalismo vasco, así como la época de los 80 cuando, con motivo de la industrialización, llegó gente de otros lugares a Euskadi "buscando una oportunidad" para progresar. "Su respeto, sacrificio y trabajo hizo que se ganaran, por méritos propios, un hueco en esta sociedad, que creció y salió adelante también gracias a su ímpetu", añade.

"VASCOS POLI-IDENTITARIOS"

En este contexto, indica que "miles de familias vincularon su porvenir y el de sus futuras generación al devenir" del País Vasco y construyeron "una nueva sociedad vasca plural y diversa, que rompía el mito y el riesgo de ruptura de una Euskadi en dos comunidades", para ser "simplemente vascos heterogéneos, poli-identitarios".

En su opinión, hoy se asiste a una "revolución social", sin que haya estereotipos "ni disfunciones grupales", y el PNV señala que "ahí, exactamente, es donde estriba el nuevo desafío que alimenta el nuevo tiempo". "Existe una sociedad que cree en un país, que se identifica con sus símbolos, con sus instituciones, con su vocación de autogobierno, con sus especificidades culturales, y que, al mismo tiempo, desea oportunidades de mejora en su calidad de vida", manifiesta.

En esta línea, dice que sólo se responderá a estas expectativas "si la nueva Euskadi por construir se constituye como un espacio institucional de servicio permanente a los vascos y si es capaz de buscar nuevos horizontes de trabajo, de riqueza y prosperidad".

"NUEVA NACIÓN VASCA"

Por ello, aboga por una "nueva nación vasca" que se sustente sobre bases reales, en la que los vascos se sientan "confortados con la eficacia de su nuevo estatus". De esta forma, asegura que se emprenderá el camino "de una nación en Europa, de un país avalado por la decisión y la voluntad mayoritaria de su población".

A su juicio, esta "nueva nación vasca" debe ser capaz de hacer frente a las necesidades sociales", que significa "mucho más que reivindicación, que identidad y que historia".

Tras subrayar que "lo vasco ha evolucionado, se ha enriquecido, modificando su identidad a lo largo del tiempo", apunta que "ahora el cambio llega con mayor rapidez", y el nacionalismo vasco, representado por el PNV, se propone "adaptar" su propia realidad, su discurso y sus "puntos de enganche con la sociedad vasca" para que el pueblo vasco "perdure y se desarrolle también en esta nueva situación".

"Todo lo demás es instrumental. El propio concepto de las estructuras políticas de las que debamos dotarnos en cada momento será igualmente instrumental", indica.

En este sentido, ofrece, en este mundo globalizado, "ese alma de identificación a un pueblo y a una sociedad"; el "propio proyecto de identidad nacional" para el desarrollo económico y competitivo, y el "concepto de comunidad".

LIBRE VOLUNTAD

A su entender, "todo ello" se desarrollará "por la libre voluntad de un pueblo, de una nación", que se expresa "democráticamente en el siglo XXI mediante su reconocimiento jurídico y político, así como en el ejercicio de su derecho y capacidad de decisión".

Por ello, el partido dirigido por Iñigo Urkullu destaca su voluntad "de construir una nueva Euskadi que dé respuesta a las necesidades de una ciudadanía renovada a través de tres compromisos básicos: una sociedad de identidad-raíces que nos identifique hacia dentro y hacia fuera; una gestión económica rigurosa y saneada de nuestro ámbito; y el sostenimiento de nuestra comunidad como elemento clave de convivencia".

El PNV reconoce que queda "mucho camino por recorrer" para lograr esa "Nación plena" en paz, e insta a "recuperar el tiempo perdido por la inacción de un Gobierno incapaz", en referencia al de Patxi López, y a restablecer "la pluralidad en el diálogo y el reconocimiento de todas las opciones políticas".