Polanco.- Cebrián destaca su sencillez y dice que su principal legado es su "trabajo y honestidad"

Actualizado: sábado, 21 julio 2007 21:34

Afirma que nunca se comportó "como el magnate a lo Ciudadano Kane" y que sin él 'El País' no habría existido como lo conocemos

MADRID, 21 Jul. (EUROPA PRESS) -

El consejero delegado del Grupo Prisa, Juan Luis Cebrián, destacó hoy la sencillez del presidente del grupo, Jesús de Polanco, fallecido hoy en Madrid a los 77 años de edad tras una larga enfermedad, al tiempo que afirmó que su principal legado es su "trabajo y honestidad".

"Nunca se comportó como el magnate a lo Ciudadano Kane con quien trataban de identificarle. Siempre contempló sus empresas como el fruto de la actividad de un grupo de amigos que nos dedicamos a hacer cosas que nos divierten", afirma Cebrián en un artículo publicado en la edición digital de 'El País' titulado 'Jesús' y que recoge Europa Press.

Cebrián, colega y compañero de trabajo de Polanco durante 32 años, aseguró que su principal legado "es un ejemplo de trabajo y honestidad". Además, apunta que "jamás permitió que el éxito económico y la adulación barata le condujeran por un camino equivocado".

"Este país, esta España terrible de las dos Españas que algunos persisten en querer resucitar, le dio mucho menos de lo que él le había entregado. Nuestra democracia tiene una deuda con Jesús Polanco", afirma a continuación.

NACIMIENTO DE 'EL PAÍS'

En su artículo, Cebrián se remonta al nacimiento, tras el fin de la dictadura franquista, de 'El País', un periódico que, dice, "nació para contribuir a la construcción de la democracia y a la modernización social de España". "Eso es algo que él tuvo siempre muy claro y no cesó de recordarlo en intervenciones públicas y privadas", subraya.

Dicho esto, se refiere a la última Junta General de Accionistas de Prisa el pasado mes de marzo, cuando Polanco, en respuesta a preguntas de un asistente, insistió en la independencia del periódico, mencionó los frecuentes problemas que tiene con el poder constituido y reclamó "una derecha más democrática y constructiva" que mire menos hacia el pasado.

"Sus palabras no gustaron al principal partido de la oposición --prosigue--, que no sólo declaró un boicot a las empresas presididas por Jesús, sino que le distinguió con ninguneos y ausencias inmerecidas para quien tanto ha contribuido a la cultura y la información en nuestro país y a la presencia de lo español en toda la América Latina".

Cebrián recalca, además, que a pesar de ser un empresario de éxito y un hombre influyente, "quizás hasta poderoso", era "difícil reconocerlo en los perfiles y retratos que con insidiosa inquina prodigaban de él algunos de sus competidores y adversarios". "Jesús comentaba jocoso que estaba deseando conocer a ese Polanco tan denostado del que hablaban en la radio pues, a juzgar por lo que le atacaban, le parecía que debía ser alguien interesante", recuerda.

SUS ÚLTIMOS DÍAS

Cebrián hace referencia también a los últimos días de vida del presidente de Prisa, cuando el "dolor era tan insoportable que ni siquiera leía 'El País'". "Cuando me lo comentaron sus hijos, comprendí que su estado tenía que ser peor de lo que aparentaba, pues renunciar a la lectura del diario, su diario, era un signo inequívoco de que había comenzado a desinteresarse por la vida", remarca.

"Todos sabíamos que pertenecía a la estirpe de los que mueren con las botas puestas --añade--. Por eso, frente a las insidias de la enfermedad y el sufrimiento, luchó por mantenerse erguido y activo hasta el último minuto".

En su artículo Cebrián recuerda cuando conoció a Polanco en el invierno de 1975, a los postres de una conferencia pronunciada por Francisco Fernández Ordóñez en el Club Siglo XXI y posteriores "discrepancias", sobre todo, en los "difíciles" años del país que nunca rompieron el "lazo" que les hermanaba.

"Él me permitió hacer el periódico que yo quería y lo defendió ante los numerosos ataques que recibíamos. Sin él, 'El País' no habría existido, no como lo conocemos. Por eso era tan mal signo el que hubiera decidido dejar de leerlo", concluye.