La Policía detiene a una decena de presuntos miembros de la nueva dirección de Batasuna en País Vasco y Navarra

Detención de Arantza Urkaregi
Europa Press
Actualizado: viernes, 23 enero 2009 7:17

Los agentes buscan documentos que vinculen a la organización ilegalizada con el partido Askatasuna


MADRID, 23 Ene. (EUROPA PRESS) -

Agentes del Cuerpo Nacional de Policía han detenido esta madrugada a una decena de personas en País Vasco y Navarra por su presunta pertenencia a la nueva dirección de la organización ilegalizada Batasuna, informaron a Europa Press fuentes de la investigación. La operación de esta noche está dirigida por el titular del Juzgado de Instrucción número 5 de la Audiencia Nacional, Baltasar Garzón.

Se están produciendo registros en las tres provincias vascas y en dos localidades navarras a en los que los agentes buscan documentos que vinculen al partido Askatasuna y la plataforma Democracia 3 Millones a (D3M), que pretenden concurrir a las elecciones vascas del próximo 1 de marzo, con la ilegalizada Batasuna. Las Fuerzas de Seguridad ya han entrgado informes a la Fiscalía del Supremo sobre Askatasuna que permiten establecer "una vinculación histórica" entre esta formación y la ya ilegalizada.

En Bilbao, los agentes registran los domicilios del ex responsable de la lista ilegalizada AuB Joserra Etxebarria y de la portavoz de ANV en la capital vizcaína Arantza Urkanegi, entre otros. También se están produciendo registros en Guipúzcoa y Pamplona, algunos vinculados a conocidos miembros de la izquierda abertzale y otros a individuos de ese mundo sin proyección pública.

El origen de la investigación que culmina en la operación de hoy está en la primavera de 2008, cuando la Policía detectó movimientos de individuos pertenecientes al entorno político de ETA que tenían por objeto reconstruir la dirección de Batasuna, disuelta a través de distintos golpes policiales y decisiones judiciales en el último trimestre de 2007.

La organización terrorista ETA habría aprovechado la detención de la Mesa Nacional que protagonizó el proceso de diálogo con el Gobierno para situar al frente de Batasuna a individuos afines a la actual línea de de la dirección de la banda, contrarios a la negociación y partidarios de los atentados y el enfrentamiento total con el Estado. Aunque con perfiles diferentes, todos los detectados desde la primavera de 2008 tienen en común un pasado en distintas organizaciones del MLNV, algunos han sido detenidos por actos de 'kale borroka', y son, en su mayoría, menores de 40 años.

CLANDESTINIDAD.

Los investigadores encontraron en sus movimientos una actitud similar a la que utilizan los miembros de ETA en la clandestinidad. Los nuevos responsables de Batasuna han estado evitando en los últimos meses reuniones numerosas que demostrasen la existencia de un órgano directivo, como ocurrió con el cónclave celebrado la noche del 4 de octubre de 2007 en Segura (Guipúzcoa), en el que irrumpió la Policía deteniendo a 23 personas por orden del juez Baltasar Garzón.

Por ello, los agentes de las Brigadas de Información de la Policía en el País Vasco han tenido que seguir reuniones en las que nunca acudían más de tres miembros, que luego hacían circular el contenido de las conversaciones y las decisiones adoptadas. Para estar a salvo de la acción policial y judicial, han adjudicado las comparecencias públicas a históricos dirigentes, entre ellos Tasio Erquicia, que sin embargo mostraban en privado su temor a pagar las "consecuencias" de aparecer como la 'cara' de Batasuna.

Ekin, la estructura política de ETA en España, ha estado desde el final de la tregua situando a los afines a la "línea dura" al frente de las distintas organizaciones de la izquierda abertzale, incluida Batasuna, aprovechando el vacío dejado por el encarcelamiento de la mayoría de dirigentes de esta formación, protagonistas del proceso frustrado de diálogo con el Gobierno. La maniobra de ETA pretende evitar una "brecha" entre ella misma, autodenominada la vanguardia de la izquierda abertzale, y el resto del entramado, en un momento en el que el apoyo de sus bases a la "lucha armada" ha disminuido considerablemente.