MADRID, 2 Oct. (EUROPA PRESS) -
La Policía Nacional condecoró hoy, con motivo de la fiesta de su patrón, a más de 200 personas, entre agentes y civiles, por su mérito y ayuda a este Cuerpo de Seguridad, entre los que se encontraba, entre otros, Rafael Moreno Muñiz, considerado como 'mano derecha' policial del que fuera presidente de la II República Española, Manuel Azaña.
En las primeras filas del acto organizada hoy en el Palacio de Deportes de la Comunidad de Madrid sentado y acompañado de su mujer, estaba Rafael Moreno Muñiz, considerado por la Jefatura Superior como la 'mano derecha' policial de Azaña.
Moreno recibió, junto a la administrativa Carmen Pascual Pérez, la placa por toda una vida profesional al servicio de la autoridad y, en su opinión, "por los muchos años de pertenencia al Cuerpo y por las muchas vicisitudes afrontadas".
Rafael, que cumplirá 95 años el próximo 25 de octubre, aprobó las oposiciones para entrar en el llamado entonces Cuerpo de Investigación y Vigilancia en 1934, en plena revolución de Asturias, y cuando gobernaba el ex presidente del Gobierno José María Gil-Robles, de la Confederación de Derechas Autónomas (CEDA).
"Como yo pertenecía al partido de Manuel Azaña, hasta la guerra no me llamaron. Así, en 1936, con 20 años, tomé posesión de mi cargo y trabajé en la comisaría de Chamberí hasta el 28 de marzo de 1939, que, estando en mi despacho, llegaron unos falangistas y me dijeron que me pasara al calabozo", señaló el nonagenario condecorado.
Tras la Guerra Civil, Moreno pasó por varias cárceles hasta que, en 1942, quedó en libertad gracias a un decreto por el cual salieron de la cárcel todas las personas ingresadas sin denuncia. "Luego trabajé como pude, buscándome la vida hasta que llegó al poder el ex presidente del Gobierno Adolfo Suárez, que firmó la Ley de Amnistía, a la que me acogí".
Debido a su edad, Rafael no pudo incorporarse de nuevo al Cuerpo Nacional de Policía, pero hoy, la institución le ha querido premiar así en reconocimiento a su labor en esos complicados años "por los muchos servicios prestados a la Policía Nacional".
Por otro lado, el policía Javier Orcaráiz Fernández, herido en la mandíbula por una pedrada recibida en la Cañada Real (Madrid) durante un violento desalojo hace un año, recibió la cruz al mérito policial con distinto rojo, la condecoración operativa más importante, la segunda en su haber, tras recoger otro distintivo blanco al merito policial hace unos años.
En declaraciones a Europa Press, Orcaráiz, uno de los jefes del grupo que fue ese día a la Cañada, destacó que acudieron en apoyo a la Policía Nacional, aunque no preveían "tanta hostilidad y resistencia por parte de los habitantes de este lugar". "Nos agredieron con todo lo que tenían y yo acabé hospitalizado por una fuerte herida en la mandíbula, por lo que tuve que ser intervenido quirúrgicamente y pasé tres días hospitalizado".
El policía, que estuvo tres meses de baja, reveló que ha regresado a la Cañada Real en alguna otra ocasión, aunque ahora sin problemas. "Nosotros vamos allí precisamente para evitar incidentes. Ahora, estoy muy contento y orgulloso por la medalla", concluyó.
Por otra parte, la Dirección General de la Policía y la Guardia Civil organizó otro acto en la sede central del CNP, en el complejo de Canillas. Allí fueron condecorados decenas de agentes de la Policía y otras personas ajenas al Cuerpo, entre ellas, los jueces de instrucción de la Audiencia Nacional Fernando Grande-Marlaska y Santiago Pedraz y al presidente de la Sala de Lo Penal, Javier Gómez Bermúdez.
