Portabella (ERC) considera que para ser ciudadadano de Barcelona hay que "asumir" la nación catalana

Actualizado: martes, 20 marzo 2007 21:08

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BARCELONA, 20 Mar. (EUROPA PRESS) -

El presidente del grupo municipal de ERC y candidato a la Alcaldía de Barcelona, Jordi Portabella, aseguró hoy que para obtener la ciudadanía de Barcelona "debe haber compromiso y asumir las responsabilidades propias de nuestro país y asumir la nación (catalana) que nos acoge".

En una conferencia que pronunció en el Teatre Poliorama, bajo el lema 'La Barcelona que quieres, la Barcelona que haremos', el líder republicano reivindicó la ciudad como "capital de la Nación catalana". "Barcelona no se puede explicar sin Catalunya, ni Catalunya sin Barcelona", sentenció.

Para Portabella, una capital se define a través de dos aspectos esenciales: su "cosmopolitismo" y el hecho de que "todas las capitales lo son de un territorio, de una lengua y de una cultura". "Somos la capital de Catalunya, la primera ciudad de nuestra nación y de nuestra lengua y cultura", añadió.

El dirigente republicano definió Catalunya y Barcelona como una "sociedad de acogida milenaria", aunque reconoció que "la forma de acoger es distinta". "Hemos dado una acogida solidaria a nuevas poblaciones, pero también hemos proporcionado una identidad como punto de encuentro, que es la catalana".

"Ser catalán, ser barcelonés es un actitud", aseguró el dirigente republicano, quien aseguró que los catalanes son "unos sin papeles desde hace casi 300 años" que "hemos reclamado que queremos regularizar nuestros papeles durante siglos y siglos".

ABOGA POR UNA BARCELONA Y UNA CATALUNYA "SIN TUTELAS".

"La Barcelona que haremos, la Catalunya que queremos, son una nación y una sociedad adultas que se relacionarán con el planeta, sin tutores y sin tutelas", advirtió Portabella, quien abogó por "superar las relaciones de dependencia que nos vinculan con los marcos políticos estatales".

El dirigente republicano consideró que ello es muestra de "modernidad". "Es justamente esto, la interrelación con el mundo y este grado de independencia que supera la estructura arcaica centralista", sentenció Portabella, quien insistió en su defensa del "independentismo".

En alusión al crecimiento de inmigrantes en Barcelona, Portabella advirtió que rechaza una Barcelona "segregada, discontinúa, con rupturas y guetos". "No queremos una Barcelona de los chinos, una Barcelona de los pakistaníes, una Barcelona de los ecuatorianos y la Barcelona de los catalanes", sino "una sola Barcelona", apuntó.

En este sentido, abogó por la mezcla de personas de distintos orígenes en todos los equipamientos, debates servicios de la ciudad, como la red de colegios públicos y privados, gremios de comerciantes y entidades de empresarios, y defendió compartir el espacio público.

CATALÁN, LENGUA COMÚN PARA TODOS LOS BARCELONESES.

Ante la presencia de más de 200 lenguas en Barcelona, Portabella defendió que la catalana sea "la lengua vehicular". "Debe haber una lengua de encuentro, que sea común y ésta no puede ser otra que la lengua catalana, porque sino el catalán sería la lengua 201 y esto no puede ser".

Portabella considera que ser la capital de Catalunya "determina cuatro bases del ADN de la ciudad: ser una sociedad de acogida, con un buen porcentaje de emprendedores, tener una sociedad fuerte, segura y asequible y ser una sociedad cada vez más libre".

Abogó por mantener la cohesión social de la ciudad y evitar el encarecimiento de la ciudad, a través de una ciudad que "no centrifugue los servicios más antipáticos y que integre equipamientos sociales que puedan instalarse en todos los barrios" para "evitar zonas exclusivas" con "precios desorbitados".

Reconoció que la ciudad es ahora más cara y advirtió que el reto económico actual es "el de la economía de bolsillo". Así, defendió una ciudad "más asequible" y que los ciudadanos "lleguen con cierta comodidad a finales de mes". Para garantizarlo, prometió impulsar un pacto financiero para la vivienda e impulsar el alquiler.