Portu declaró al juez que el arresto fue sin violencia y que los supuestos malos tratos comenzaron 50 minutos después

Actualizado: viernes, 11 enero 2008 19:10


SAN SEBASTIÁN, 11 Ene. (EUROPA PRESS) -

El presunto miembro de ETA Igor Portu declaró en la tarde del pasado martes al titular del Juzgado de Instrucción número 1 de San Sebastián, que sufrió malos tratos por parte de agentes de la Guardia Civil unos 50 minutos después de ser detenido y esposado, según la declaración difundida hoy en rueda de prensa por el colectivo contra la tortura Torturaren Aurkako Taldea (TAT).

El documento, distribuido en una rueda de prensa en San Sebastián, añade que las presuntas torturas, no se produjeron a consecuencia de un control y agrega que "en ningún momento" ni él, ni el otro detenido, Mattin Sarasola, intentaron fugarse a la carrera.

Según el relato del presunto terrorista, los agentes no le condujeron directamente al cuartel de Intxaurrondo, sino que le trasladaron hasta un río y que allí, y durante los dos trayectos, recibió "golpes duros" en cabeza, costillas, vientre y pies.

Igor Portu, acusado de participar en el atentado de la T-4 en el que murieron dos personas, dijo al juez el pasado martes durante su declaración en el Hospital Donostia, que tras requerirle los agentes el DNI y comprobar lo que llevaba en la mochila, lo introdujeron en un vehículo y que "al poco tiempo de su detención, en menos de 50 minutos", empezó a recibir "puñetazos y tortazos", por parte de los agentes que viajaban en el Nissan Patrol, en especial por uno que viajaba de copiloto.

En otro punto, asegura que empezó a recibir golpes "enseguida, mientras estaban en marcha". A partir de ahí, según el presunto activista, fue conducido a una carretera que estaba a uno o dos kilómetros de Mondragón, "a una especie de puerto". Precisa, además, que junto a un río, coincidió con el otro detenido, Mattin Sarasola.

A partir de ahí, según el documento, fue conducido junto a un río, donde escuchó un disparo, que le hizo pensar que se trataba de "una simulación de ejecución" de su compañero de comando. Además, manifestó que en ese mismo lugar le propinaron "golpes duros" en el vientre, costillas y cabeza, mientras permanecía esposado con las manos a la espalda.

Después, siempre según su testimonio, le introdujeron dos o tres veces la cabeza en el agua y le obligaron a tragarla. En el camino de regreso al Patrol le volvieron a golpear.

INTXAURRONDO

Una vez en el cuartel de Intxaurrondo, en San Sebastián, el arrestado vio en un calabozo a Sarasola. Allí le obligaron, añade, a hacer flexiones y recibió más golpes. También le enroscaron unas mantas alrededor del cuerpo y alguien se subió encima "presionando", según manifiesta.

Portu precisa que no pidió ver a ningún médico porque la actitud de los guardias "era de todo lo contrario" y le decían "que le iban a matar, que al único médico que iba a ver era al forense". También asegura que los agentes le amenazaron con que "se atuviera a las consecuencias si contaba algo de todo esto".

Tras facilitar la declaración a los informadores presentes en la comparecencia de prensa, el TAT denunció los presuntos malos tratos y destacó el hecho de que el testimonio de Portu coincida con el del testigo que declaró ante el juzgado de Bergara que el arresto fue "limpio", no hubo resistencia y que tampoco se trató de un control rutinario de la Guardia Civil.