El PP asegura que la mitad de las leyes de Zapatero son mandatos europeos y censura su falta de actividad legislativa

Actualizado: domingo, 9 agosto 2009 15:02

En su balance de curso, el Grupo Popular dice que el Ejecutivo va en "contradirección" y no toma medidas frente a la crisis

MADRID, 9 Ago. (EUROPA PRESS) -

El Partido Popular censura la falta de actividad legislativa del Ejecutivo socialista en esta legislatura y, de hecho, recalca que la mitad de las iniciativas que ha llevado al Congreso se derivan "de mandatos europeos". "El Gobierno únicamente ha registrado 53 iniciativas legislativas", se queja en el balance del curso político que ha elaborado al término del período de sesiones.

En este documento de 28 paginas, recogido por Europa Press, el primer partido de la oposición destaca que, de los 34 proyectos de ley presentados, 16 se derivan de mandatos europeos. Es más, subraya que "buena parte de la iniciativa legislativa del Gobierno se lleva a cabo a golpe de real decreto", que cifra en casi una veintena.

Tras señalar que hasta finales de mayo, el gabinete de José Luis Rodríguez Zapatero "sólo había presentado 25 proyectos de ley", el Grupo Popular recuerda que el Parlamento "ha obligado al Gobierno a presentar un calendario de cumplimiento de la iniciativa legislativa".

Por el contrario, el Grupo Popular presume de su respuesta ante la crisis y recalca que ha presentado 40 proposiciones de ley; 122 proposiciones no de ley en Pleno y 458 en comisión; y 29 mociones consecuencias de interpelación.

FALTA DE CRITERIO EN LAS INICIATIVAS.

Junto a la falta de actividad legislativa del Gobierno, los 'populares' acusan al Gobierno de "falta de criterio en la iniciativa legislativa". A su entender, va "en contradirección" porque en lugar de apostar por la austeridad, bajar los impuestos y hacer una reforma laboral, ha optado por "más gasto", "más impuestos" y por llevar el diálogo social a "la ruptura".

El primer partido de la oposición denuncia que el Ejecutivo convirtió el diálogo social "en una tertulia social por su conocida disposición para celebrar reuniones y su nula voluntad para llegar a acuerdos".

"De esta forma, el Gobierno ha llevado al diálogo social a la ruptura y ahora pretende poner en marcha medidas sin el respaldo de la patronal y sindicatos, a pesar de que Zapatero prometiera que 'no habrá ninguna iniciativa laboral sin condeno con los interlocutores sociales'", señala el documento del PP.

En lugar de una reforma laboral, prosigue, no ha habido "ni reforma ni diálogo". Es más, recalca que la reforma que el Gobierno "pactó un día con CiU, como resolución del Debate sobre el estado de la Nación, la rechazó al día siguiente por el dictado de IU".

FINANCIACIÓN QUE "SACRIFICA LA SOLIDARIDAD".

También critica que haya promovido un modelo de financiación autonómica que, a su entender, supone "sacrificar la solidaridad entre regiones por tres votos en el Congreso". El nuevo sistema, dice, cuesta 110.000 millones más "que se financiarán con deuda e irán a parar principalmente a las autonomías más prósperas".

Además, cree que este modelo "penaliza a las rebajas de impuestos para impedir la competencia fiscal" e "incorpora más desigualdad en la administración tributaria", al tiempo que "deja fuera de la solidaridad servicios públicos fundamentales como la justicia o la vivienda". Igualmente, le reprocha que el Ejecutivo haya "incumplido" su promesa de que la financiación local iría unida a la autonómica.

El primer partido de la oposición denuncia en el mismo documento, recogido por Europa Press, que en lugar de hacer una reforma del modelo energético, el Gobierno haya subido las tarifas eléctricas y haya decidido cerrar la central nuclear de Garoña en 2013.

Igualmente critica que no haya actualizado el Pacto de Toledo cuando, a su juicio, la sostenibilidad del sistema de pensiones "está en riesgo". "No se han hecho avances en el Pacto de Toledo. La comisión del Pacto de Toledo trabaja con lentitud y la renovación del acuerdo no llegará antes de final de año", se queja, al tiempo que denuncia la "pasividad" del gabinete socialista "ante el fracaso del sistema educativo español".