El PP dice que la devolución de 400 euros del IRPF es "insensato e inmoral" porque supone "una compra de votos"

Actualizado: domingo, 27 enero 2008 22:10


MADRID, 27 Ene. (EUROPA PRESS) -

El secretario ejecutivo de Economía y Empleo del PP, Miguel Arias Cañete, calificó hoy la promesa electoral del presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, de devolver 400 euros del IRPF a los contribuyentes como "una medida insensata desde el punto de vista económico y absolutamente inmoral desde el punto de vista electoral" ya que, en su opinión, supone "una compra de votos con dinero público", lo que recuerda al "sistema caciquil del siglo XIX".

En declaraciones a Europa Press, Arias Cañete rechazó la propuesta de Zapatero por entender que se trata de un intento de comprar votos "como sea", recurriendo, dijo, a las "palabras predilectas" del presidente del Gobierno. "Da la impresión de que Zapatero está totalmente desesperado por esa pérdida continua de apoyo popular", subrayó.

Arias Cañete añadió que Zapatero "ha perdido todos los principios y no se da cuenta de que los recursos públicos hay que manejarlos con rigor, con seriedad, con eficiencia, y no poniéndolos al servicio del partido y de la compra de votos".

En este sentido, el dirigente 'popular' adelantó que, tras el anuncio de Zapatero, se va a ver si el vicepresidente del Gobierno y ministro de Economía y Hacienda, Pedro Solbes, es "serio o alguien que está dispuesto a decir 'sí, bwana' a las ocurrencias de un presidente desesperado".

"Si Solbes no se opone frontalmente y paraliza una medida como ésta, si la consiente y se convierte en cómplice de la misa, va a ser el hazmerreír de la Unión Europea y va a perder el prestigio que le quede", aventuró Arias Cañete.

Según Arias Cañete, la promesa de Zapatero de devolver 400 euros del IRPF a partir del próximo mes de junio en caso de que gane las elecciones generales "no obedece a ningún análisis de cuál es el sistema fiscal que convenga a nuestro país" ni es una medida de reforma fiscal que responda "a los principios de capacidad económica y a los principios de progresividad que tienen que tener cualquier sistema fiscal". "Es una medida lineal carente de ninguna racionalidad económica", concluyó Arias Cañete.