Actualizado: sábado, 10 noviembre 2007 21:12

MADRID, 10 Nov. (OTR/PRESS) -

Los comentarios y descalificaciones que el presidente venezolano, Hugo Chávez, ha dedicado al ex presidente del Gobierno, José María Aznar, tienen su germen en la actuación del ministro de Exteriores, Miguel Angel Moratinos. Así lo afirmó hoy el secretario de Relaciones Internacionales, Jorge Moragas, después de que Chávez calificara de "fascista" a Aznar en varias ocasiones. La patronal española, que también fue objeto de las críticas del presidente presidente venezolano replicó la andanada de Chávez reafirmando su compromiso con el desarrollo económico de Iberoamérica y su preocupación por por la falta de seguridad jurídica en países como Venezuela, Bolivia o Ecuador.

Moragas, tras calificar a Chávez de "caudillo iluminado", instó a Moratinos a que madure y no critique "a un ex presidente democrático de España mientras viaja por medio mundo abrazando a dictadores" y quiso dejar claro que "fue Moratinos el que llamó 'golpista' a Aznar en la Comisión de Exteriores de 2004, así como en el Congreso, y ayer mismo le criticaba internacionalmente". Según Moragas "el ministro ensucia el terreno que tiene que limpiar", por lo que "es como el pirómano que actúa como bombero".

También recordó la comparecencia pública del ministro en el programa '59 Segundos' de TVE, en 2004, en la que Moratinos afirmó que "el embajador español (en Caracas) con el anterior Gobierno recibió instrucciones de apoyar el golpe".

El dirigente popular exigió a Zapatero que "rectifique su postura inmediatamente", ya que en el caso contrario "quedará identificado para siempre como el único dirigente occidental que alimentó y protegió al mayor peligro que tiene la democracia iberoamericana, que no es otro que Hugo Chávez".

RESPUESTA DE LA CEOE

Los otros damnificados por la andanada de Chávez, los empresarios españoles también se defendieron de las críticas del líder venezolano. A través de un comunicado, Confederación Española de Organizaciones Empresariales (CEOE) destacó la labor inversora de los empresarios españoles en Iberoamérica durante los últimos años, así como la vocación de permanencia de las empresas en la región.

La patronal española respondía así a Chávez la incluyó dentro de la "oligarquía empresarial" que apoyó el golpe de Estado de abril de 2002 en Venezuela y se refirió expresamente a su presidente, Gerardo Díaz Ferrán, al que calificó de "empresariado elitesco que sigue detrás del consenso de Washington y que quiere extender la larga noche neoliberal". Esta fue la réplica de Chávez después de que Díaz Ferrán expresara su profunda preocupación por la falta de seguridad jurídica en Venezuela, Bolivia y Ecuador.

En su comunicado al CEOE señala que Díaz "trasladó la opinión de todas las organizaciones empresariales iberoamericanas y de la Organización Internacional de Empresarios, que de forma unánime adoptaron la Declaración de Santiago e hizo entrega de la misma a la presidenta de Chile". En este sentido, la Organización Internacional de Empleadores (OIE), que representa a organizaciones empresariales de 140 países, entre ellas las de los países iberoamericanos, mostró hoy su "apoyo incondicional" al presidente de la CEOE tras las críticas recibidas por el presidente de Venezuela.